Pergamino

Diputada y concejales reclaman a Kicillof por los fondos desviados de la represa en Pergamino

La diputada Paula Bustos y concejales del bloque “Juntos” exigen respuestas a la Provincia por la obra de la represa del arroyo Pergamino, financiada por el BID. Denuncian que el dinero fue redirigido a otros destinos sin explicación clara.

  • 06/04/2025 • 09:10

Reclamo político por la represa de Pergamino: piden explicaciones a la Provincia por el desvío de fondos

TAPA DEL DÍA. A horas de cumplirse 30 años de la histórica inundación de 1995 que marcó a fuego a la ciudad de Pergamino, crecen los reclamos hacia el gobierno provincial por la paralización de la obra de la represa de contención. Concejales del bloque “Juntos” y la diputada provincial Paula Bustos alzaron la voz exigiendo respuestas concretas sobre el paradero de los fondos asignados.

Las integrantes de la Comisión de Obras y Servicios Públicos del Concejo Deliberante local presentaron un proyecto reclamando explicaciones al gobernador Axel Kicillof. La solicitud apunta directamente a conocer qué ocurrió con el financiamiento proveniente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que tenía como destino la construcción de la represa de regulación del arroyo Pergamino.

Además del destino de los fondos, los ediles piden conocer fechas concretas de inicio de la obra, clave para mitigar riesgos de futuras inundaciones en una ciudad que ha sufrido las consecuencias climáticas por décadas.

En sintonía con el reclamo local, la legisladora pergaminense Paula Bustos viene exigiendo hace meses una respuesta oficial. En declaraciones recientes, la diputada fue categórica: “El año pasado se llevaron la plata de la represa de contención de Pergamino para obras que erráticamente quisieron explicar”.

En referencia a la asistencia a Bahía Blanca tras sus propias inundaciones, Bustos agregó: “Sobre los recursos, cuando quieren se ponen creativos. Está claro que voluntad política hay cuando les conviene, pero con Pergamino siguen sin cumplir”.

TAPA DEL DÍA. A 30 años de la catástrofe de 1995, la ciudad vuelve a reclamar por una obra que es tan urgente como postergada. Mientras la Provincia guarda silencio, los vecinos siguen expuestos a los vaivenes del clima y la desidia política.