TAPA DEL DÍA: El campo en alerta por la vuelta de las retenciones La ilusión del sector agropecuario por el fin del cepo duró poco. Apenas unas horas después de celebrar la liberación del mercado cambiario, el Gobierno anunció que en julio volverán a regir los derechos de exportación que estaban vigentes antes de enero, reactivando así una histórica tensión con el campo. “A las exportaciones tradicionales les hemos bajado transitoriamente las retenciones, es decir que vuelven en julio”, declaró Javier Milei, dejando en claro que el alivio era solo temporal. El mensaje fue acompañado por una advertencia directa: “Avísenle al campo que si tiene que liquidar, que lo haga ahora”. Esto implica que la soja volverá a tributar el 33% y tanto el maíz como el trigo el 12% del valor exportado. TAPA DEL DÍA. La reacción en el sector no tardó en llegar: malestar generalizado, críticas por las formas y una sensación de desilusión profunda. “No era el gesto que esperábamos”, fue una de las frases más repetidas entre productores y referentes del agro. En paralelo, Milei destacó el nuevo acuerdo con el FMI, subrayando que es “una de las pocas veces que se pacta con un país sin desequilibrio fiscal”. Paradójicamente, lo hizo mientras anunciaba el regreso de un impuesto muy resistido por el sector productivo. Para los especialistas, el anuncio tiene efectos inmediatos. Dante Romano, analista agropecuario, advirtió que el retorno de las retenciones reducirá la capacidad de pago de los exportadores, afectando directamente los precios de los granos. “La eliminación del dólar blend representa una caída de 5% en la capacidad de pago. Eso se traduce en hasta 15 dólares menos por tonelada de soja”, explicó. El nuevo esquema cambiario con bandas de flotación y la salida gradual del cepo introducen mayor certidumbre, pero el impacto es dispar. Salvador Vitelli señaló que la eliminación del blend (que otorgaba un 5% extra sobre el dólar oficial) podría neutralizar el efecto de una suba del 8,5% del dólar, dejando los precios prácticamente sin cambios. Según Romano, quienes vendieron a precios altos antes del anuncio podrían salir beneficiados si liquidan ahora a un tipo de cambio más alto. “Una tonelada de soja vendida a 300 dólares se transforma en más pesos hoy que hace una semana”, explicó. El nuevo dólar oficial se ubica en torno a los $1.200, con cierres recientes de $1.180 para la compra y $1.230 para la venta. En este contexto, se espera que los productores aceleren la comercialización durante la cosecha para evitar el golpe pleno de las retenciones en julio. “Estamos en plena cosecha, con precios en pesos atractivos y necesidades de liquidez. Todo indica que se viene un fuerte movimiento de ventas en las próximas semanas”, aseguró Romano. TAPA DEL DÍA. Aun así, el productor siente que pierde nuevamente. Las proyecciones de mejora a mediano plazo conviven con una realidad inmediata que complica las cuentas. La vuelta de las retenciones revive un viejo fantasma y pone al campo otra vez en pie de guerra.