El amor, el deporte y un legado imborrable en Pergamino

Guillermo Canavesio, reconocido por su trayectoria en el casin, compartió con emoción cómo conoció a Patricia Clohesey, una figura querida y recordada en toda la comunidad pergaminense.

“La conocí cuando vine a jugar al casín por el año 91 en el Club Sirio. Después de conocerla, un viernes a la noche fui a Specktra, y al año, año y medio, nos casamos en Pergamino”, relató Canavesio, quien formó una familia junto a Patricia y sus tres hijos: Roberttino, Ivo y Franco.

“Patricia marcó un antes y un después en mi vida”, expresó con firmeza. Él, oriundo de Junín, decidió mudarse definitivamente a Pergamino tras formar su familia. “Empecé a conocer un montón de gente, comencé a jugar para el Club Social, y de a poco me fui arraigando”, recordó.

El fallecimiento de Patricia fue un golpe durísimo. “Fueron dos años horribles para toda la familia, ya que su madre había fallecido el año anterior. Se la extraña mucho. Por lo que veo, era muy querida. Los chicos, por suerte, con el fútbol están saliendo adelante”, compartió con sinceridad.

Una historia internacional: el Mundial de 1992

Patricia no solo lo acompañó en la vida, sino también en los torneos internacionales. “En el Mundial del 92 en Italia, un diario me llamó el ‘Caniggia del casin’ y además halagaban la belleza de Pato”, contó entre sonrisas.

“Yo no sabía que ella guardaba esos recortes. El otro día, revolviendo sus cosas, los encontramos. Me emocionó mucho. Ella en ese mundial me pudo acompañar, tenía 28 años y yo 35. Después, con los chicos, se complicó viajar juntos.”

La historia de Guillermo y Patricia no es solo una historia de amor, sino también de familia, deporte y resiliencia. Su recuerdo sigue vivo en Pergamino y en todos los que conocieron a Patricia. TAPA DEL DÍA

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