Traiciones, encuestas fantasma y blanqueo camuflado: el cóctel que sacude al Gobierno y entierra Ficha Limpia TAPA DEL DÍA. A las 11.30 del miércoles, mientras se acercaban al recinto para tratar la ley de Ficha Limpia, José Mayans lanzó una frase enigmática: “Tranquilos muchachos, tengo una sorpresita”. Nadie respondió. Horas más tarde, esa "sorpresa" estalló: la ley cayó con el voto negativo de dos senadores misioneros que habían prometido apoyarla. La maniobra dejó atónitos a propios y ajenos. En Olivos, el Presidente seguía la sesión a distancia, mientras que el jefe de Gabinete se mantenía al tanto desde su casa. Cristina, en silencio, celebró el resultado. Lospennato, lista para festejar en televisión, quedó desencajada. La operación fue quirúrgica. Misiones, tierra de Hugo Passalacqua y Carlos Rovira, mostró cómo los resortes del poder pueden inclinar la balanza en cuestión de minutos. Sabrina Rojas Decut y Carlos Arce, que iban a votar a favor, terminaron hundiendo la ley sin dar explicaciones. La presión vino desde lo más alto y algunos apuntan incluso a un llamado de Milei. Desde la Casa Rosada lo niegan con énfasis: “Jamás ocurrió”. La escena en el Senado parecía una puesta en escena de teatro político, con lágrimas, sorpresas fingidas y silencios pactados. Cristina lo gritó como un gol. En el PRO y en el kirchnerismo, todos se preguntan: ¿quién actuó y quién no? Para algunos operadores, esta jugada tenía un solo fin: impedir que Cristina quedara afuera de la competencia y, a la vez, ordenar la interna peronista empujando a Kicillof como candidato clave. El Gobierno niega todo pero celebra en privado. TAPA DEL DÍA. Mientras tanto, el escenario electoral en CABA es un desorden. Campañas paralelas, vecinos desinformados y un domingo de elecciones que coincide con la carrera de Colapinto y la asunción del nuevo Papa. ¿Quién irá a votar? ¿Qué emoción movilizará al electorado? Nadie lo sabe. Ni siquiera los estrategas más avezados. En el medio, una medida clave toma forma: el blanqueo encubierto que el Gobierno evita llamar así. Javier Milei y Toto Caputo trabajan en un decreto que permitiría ingresar dólares sin controles estrictos. La intención es evitar conflictos con organismos internacionales, pero en los hechos será una amnistía financiera con otro nombre. Desde Economía aseguran que cumplen con el pedido del FMI: “Los argentinos tienen 200 mil millones de dólares en negro”. La iniciativa incluiría cambios en el BCRA y la AFIP, y buscará legalizar ese capital con el mínimo de trabas posibles. El Presidente lo insinuó en su reciente participación en un streaming libertario. Curiosamente, no dijo una palabra sobre los responsables misioneros que enterraron Ficha Limpia. ¿Olvido o pacto? Las especulaciones se multiplican. Lo cierto es que, mientras algunos denuncian traiciones, el oficialismo toma nota del resultado y ajusta su estrategia con una mezcla de cinismo y cálculo electoral. La campaña entra en su recta final con más incógnitas que certezas. Y con una certeza: TAPA DEL DÍA.