En Pergamino, un proyecto cargado de propósito y humanidad cobra vida en la Granja San Camilo, donde adolescentes en proceso de recuperación por consumo problemático dedican su tiempo y esfuerzo a restaurar mobiliario escolar para instituciones públicas. Esta iniciativa, impulsada junto al Consejo Escolar de Pergamino, busca dar respuesta a la falta de recursos para renovar sillas, pupitres y escritorios en distintas escuelas del distrito. En una primera etapa, los talleres de carpintería y herrería de la Granja lograron reacondicionar 40 sillas y 20 escritorios dobles que ya están listos para ser entregados a la Escuela Secundaria Nº 19. Para los jóvenes, cada mueble restaurado es más que un objeto recuperado: es un símbolo de transformación personal y comunitaria. “Este trabajo les muestra que su esfuerzo vuelve a las aulas y que son parte de algo más grande”, destacaron los consejeros escolares Matías Moyano y Gonzalo Aguerre, quienes visitaron la Granja San Camilo y compartieron una jornada de trabajo junto al coordinador Juanito Cabrera y los chicos que forman parte del taller. Desde la Granja subrayan que la restauración de mobiliario no solo mejora las condiciones edilicias de las escuelas, sino que genera autoestima y abre puertas a posibles salidas laborales. “Saber que están ayudando a otros estudiantes les cambia la mirada sobre su propia historia”, enfatizó Cabrera, visiblemente orgulloso del proceso que se vive puertas adentro. El Consejo Escolar anticipó que la experiencia tendrá continuidad y se proyecta ampliar la colaboración hacia otras áreas de mantenimiento. La comunidad educativa celebra la iniciativa como un ejemplo de inclusión, compromiso y esperanza tangible. Cada silla lijada, cada escritorio pintado en los galpones de la Granja San Camilo encierra más que madera y tornillos: encierra la oportunidad de reescribir vidas, reconstruir aulas y tejer lazos solidarios entre quienes necesitan ser parte de una solución colectiva. TAPA DEL DIA  Opinión pública: La comunidad de Pergamino debería valorar y sostener este tipo de iniciativas donde la recuperación personal se transforma en un aporte directo a la educación pública. La sinergia entre Estado y organizaciones sociales muestra que aún es posible reconstruir tejido social desde la esperanza y el trabajo digno.