El Gobierno nacional lanzará en los próximos días un decreto que modificará las leyes orgánicas de la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval Argentina y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). El objetivo central es delimitar con precisión las zonas y misiones exclusivas de cada fuerza, evitando así superposiciones en operativos comunes que hasta ahora generaban conflictos y duplicaciones de tareas. Según fuentes oficiales, la medida forma parte de una reestructuración integral de las fuerzas federales en línea con los cambios ya realizados en la Policía Federal Argentina (PFA), que fue reconvertida en un cuerpo de investigación con funciones similares al FBI de Estados Unidos. En ese marco, el Ministerio de Seguridad definirá a la PSA como una “policía de transporte”, encargada exclusivamente de la seguridad en infraestructuras vinculadas a trenes, colectivos y aeropuertos. Esta especialización permitirá que no sea necesario destinar efectivos de la PFA a tareas aeroportuarias, además de fortalecer la capacidad investigativa y ampliar el personal de la PSA. Por su parte, la Prefectura continuará con su responsabilidad sobre mares, ríos, canales y aguas navegables, además de la seguridad en costas y puertos bajo jurisdicción nacional, garantizando un control eficaz en esos ámbitos. En tanto, la Gendarmería Nacional mantendrá su enfoque en la vigilancia fronteriza, la protección de objetivos estratégicos y la represión del contrabando, migraciones clandestinas e infracciones sanitarias. También tendrá facultades para intervenir en casos de alteraciones graves del orden público que excedan la capacidad de las fuerzas provinciales, incluyendo situaciones equiparables a actos guerrilleros. Esta reorganización se inspira en el modelo estadounidense, donde cada cuerpo tiene funciones específicas y bien diferenciadas, como la Guardia Nacional, la Administración de Seguridad en el Transporte y la Guardia Costera. Desde el Gobierno destacan que la intención es evitar que las fuerzas “se dispersen o choquen entre sí” y que cada una se concentre en sus tareas exclusivas. Además, el Ejecutivo apura la implementación de esta reforma debido a que las facultades delegadas para hacer estas modificaciones vencen el próximo 8 de julio. No se prevé renovar estos poderes por vía legislativa ni mediante un nuevo decreto de necesidad y urgencia. TAPA DEL DÍA - Redacción del Diario Tapa Del Día Opinión pública Especialistas en seguridad valoran la medida como un paso necesario para clarificar funciones y mejorar la eficiencia operativa de las fuerzas federales. Sin embargo, advierten que la clave estará en la correcta implementación y en evitar tensiones internas durante la transición. Desde diversos sectores políticos y sociales se observa con atención el impacto que esta reforma tendrá en la gestión de protestas y el control del orden público.