Economía

Garrafas sin control: qué pasa con los precios tras la salida del Estado y cómo afecta a 4 de cada 10 argentinos

En plena ola polar y con faltantes de gas, el Gobierno desreguló por completo el mercado de las garrafas. Aseguran que no habrá subas, pero los precios ya se dispararon. Más del 40% de la población depende de este sistema para calefaccionarse y cocinar.

  • 06/07/2025 • 08:10

TAPA DEL DÍA - En el peor momento del invierno, cuando los hogares más necesitaban calefacción y cocción, el Gobierno decidió desregular completamente el mercado del gas licuado de petróleo (GLP). Esto afecta directamente a más de 17 millones de argentinos que no cuentan con acceso al gas por red y dependen exclusivamente de las garrafas para subsistir.

El nuevo decreto elimina los precios de referencia y habilita a cualquier empresa que cumpla normas de seguridad a operar sin permisos previos. Según el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, la medida busca “liberar el mercado y limitar el poder paralizador del Estado”. También afirmó que se abrirá el comercio exterior de GLP, eliminando restricciones para importar y exportar.

Sin embargo, el impacto ya se siente en el bolsillo: una garrafa de 10 kilos cuesta hoy entre $11.000 y $18.000 dependiendo de la región, cuando en febrero de 2024 el precio de referencia era de $6.500. Solo en los últimos días, la demanda subió un 30% y los precios aumentaron un 10%, en plena ola polar.

La desregulación total llega después de que en enero se liberara el precio de origen, lo que consolidó un mercado completamente fuera del control estatal. Ahora, con la eliminación de precios de referencia, se oficializa un escenario en el que cada distribuidor fija sus valores sin límite ni guía.

El presidente de la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (Cegla), Pedro Cascales, explicó que “el precio ya era libre” y que esta nueva medida “sólo formaliza una realidad existente”. Desde el Gobierno también justificaron la decisión asegurando que “los precios de referencia muchas veces funcionaban como un piso más que como un techo”.

Actualmente, el 62% de la población en zonas urbanas accede a gas natural por red. Pero el 38% restante debe recurrir a garrafas, cilindros o tanques. Entre las familias pobres, el acceso es todavía más limitado: solo el 45,2% tiene gas por red. Es decir, más de la mitad depende de sistemas alternativos.

En estos sectores, el Programa Hogar intenta amortiguar el golpe: otorga un subsidio directo por garrafa. Sin embargo, su cobertura cayó abruptamente: hasta 2023 cubría el 80% del valor, hoy apenas alcanza el 23% del precio final.

En un comercio de Loma Hermosa, en el conurbano bonaerense, un vendedor que se identificó como "Coty" aseguró que “por ahora los precios no van a subir”, aunque reconoció que “ya están caros y la gente compra menos”.

La decisión del Ejecutivo se apuró porque se acercan los últimos días con facultades delegadas por la Ley Bases. Lo que genera incertidumbre es si la prometida mayor oferta llegará a tiempo, sobre todo en provincias del norte y del sur, donde los inviernos son más duros y el reparto menos frecuente.

Redacción del Diario TAPA DEL DÍA

Opinión pública: La salida del Estado en un mercado tan sensible como el de las garrafas desnuda una realidad estructural que se profundiza: mientras los sectores más acomodados debaten ideología, millones de argentinos cocinan con lo que pueden. La desregulación puede aumentar la oferta, sí, pero en el corto plazo, el frío no espera.

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