Diario TAPA DEL DÍA – La Asociación del Personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Apinta) anunció un endurecimiento de sus medidas de protesta frente al reciente decreto presidencial que modifica de manera sustancial el funcionamiento del INTA. El gremio denunció que la iniciativa implica un “desmantelamiento” del organismo y una amenaza directa a su histórica labor en el desarrollo agropecuario federal. “Vamos a trazar bien la estrategia de presentar amparos y cuántos”, declaró Mario Romero, secretario general de Apinta, quien anticipó que también se realizarán tomas simbólicas de sedes institucionales como señal de resistencia. Además, el sindicato —que forma parte de ATE— buscará respaldo legislativo para frenar la aplicación del decreto, promoviendo el debate parlamentario y la reprobación política de la medida. El decreto en cuestión elimina la autarquía financiera del INTA, otorga el control presupuestario al Ministerio de Economía y a la Secretaría de Agricultura, y transforma el consejo directivo en un órgano meramente técnico sin capacidad de decisión. La conducción del instituto quedó en manos de Nicolás Bronzovich, ahora con rango de secretario de Estado. Según Apinta, esta reorganización significa la pérdida de 300 unidades de extensión y la declaración de prescindibilidad para unos 1500 empleados, lo que en la práctica vacía de contenido al organismo. Además, se restringe la participación de universidades públicas y entidades privadas, como el movimiento CREA, en la gestión institucional. “Esto que hicieron es la destrucción del INTA. Quieren un organismo chico, sin presencia territorial y orientado a comprar soluciones externas en lugar de generarlas”, denunció Romero. El sindicalista también señaló que el enfoque de la reforma “es centralista” y responde únicamente a los intereses de la región núcleo, dejando de lado la diversidad productiva del país. “Es un modelo que no contempla a las economías regionales”, sostuvo. El gremio cuestionó, además, la pasividad de las principales entidades del agro agrupadas en la Comisión de Enlace. “No están actuando como lo hicieron frente a otras medidas, como el aumento de retenciones”, criticó el titular de Apinta. Desde el Ejecutivo nacional, en tanto, defendieron la medida afirmando que el INTA cuenta con más de 6000 empleados y un presupuesto que supera los $229.000 millones, lo que justificaría, según el Gobierno, la necesidad de una reestructuración profunda. También se mencionaron razones de eficiencia y desvíos ideológicos como argumentos para el rediseño institucional. Esta nueva etapa abre una fuerte confrontación entre el personal técnico del INTA y la gestión actual, en un contexto de creciente tensión por el futuro del sistema científico y productivo argentino. Diario TAPA DEL DÍA Opinión pública: En buena parte del interior productivo, donde el INTA tiene fuerte presencia histórica, crece el malestar frente a lo que consideran una pérdida estratégica de soberanía tecnológica. “Sin el INTA en el territorio, muchas zonas quedarán sin asistencia técnica y eso va a impactar en la productividad y el arraigo”, expresaron productores de Salta, Chaco y Misiones en redes sociales.