El SENASA detectó el virus en aves de traspatio y aplicó medidas estrictas para evitar su propagación. Se estableció un perímetro de control de 10 kilómetros. El episodio recuerda el brote de 2023 que afectó a la economía avícola argentina. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) confirmó un caso de influenza aviar altamente patógena (IAAP) en un establecimiento de aves de traspatio en el partido bonaerense de Lezama, lo que generó una inmediata respuesta del sistema sanitario nacional. Tras la detección del virus en gallinas, pavos y faisanes presentes en el predio, las autoridades activaron de manera urgente el protocolo sanitario correspondiente, que incluyó el despoblamiento del lugar afectado, la eliminación segura de los animales y una desinfección minuciosa del entorno. Además, se definió una zona de vigilancia epidemiológica de 10 kilómetros a la redonda, para monitorear la posible aparición de nuevos casos y contener cualquier riesgo de propagación. Si bien la aparición del virus en aves no comerciales no compromete el estatus sanitario oficial del país ni afecta las exportaciones, el organismo busca evitar cualquier impacto sobre la producción avícola, clave en la economía argentina. Desde TAPA DEL DÍA, se remarca la importancia de este tipo de medidas para sostener la estabilidad sanitaria y productiva del país. El antecedente de 2023: un llamado de atención para el sistema sanitario Este nuevo episodio enciende las alarmas por su similitud con lo ocurrido en 2023, cuando más de cien focos de influenza aviar se extendieron por distintas provincias argentinas, incluyendo zonas productivas estratégicas. Aquel brote derivó en la pérdida del estatus de país libre de IAAP y generó restricciones en exportaciones hacia China, la Unión Europea y Chile. El daño económico fue significativo, y si bien Argentina logró recuperar su estatus internacional en septiembre de 2023, los antecedentes exigen mantener una vigilancia extrema. Recomendaciones clave para prevenir nuevos focos Ante este nuevo caso, el SENASA reiteró una serie de recomendaciones preventivas para productores avícolas, tanto comerciales como familiares. Las medidas incluyen: Revisión y reparación de mallas antipájaros en los gallineros. Limpieza frecuente de los espacios donde se acumula materia fecal. Eliminación de agua estancada que pueda atraer aves silvestres. Uso exclusivo de indumentaria y calzado para el manejo de aves. Restringir el acceso de fauna silvestre a comederos y bebederos. El organismo también recordó que ante la sospecha o hallazgo de aves muertas, es fundamental hacer la denuncia por los canales oficiales: WhatsApp (11) 5700-5704, correo electrónico a notificaciones@senasa.gob.ar o a través del formulario web disponible en el sitio oficial del SENASA. Un caso que refuerza la necesidad de coordinación sanitaria Desde TAPA DEL DÍA, se destaca que este caso en Lezama pone de relieve la importancia de una vigilancia continua, especialmente en contextos donde las enfermedades zoonóticas representan una amenaza global creciente. La coordinación entre el Estado, los organismos sanitarios y los productores resulta fundamental para proteger no solo la salud animal, sino también la cadena alimentaria y las exportaciones agroindustriales. Redacción del Diario TAPA DEL DÍA