Seis intendentes bonaerenses alineados con Axel Kicillof protagonizan una nueva polémica: se postulan a concejales en sus distritos pero no asumirán los cargos si resultan electos. La estrategia, que recuerda a la implementada en 2009 por el kirchnerismo con figuras como Néstor Kirchner, Daniel Scioli y Sergio Massa, vuelve al centro del debate público a semanas de las elecciones legislativas del 7 de septiembre. Juan José Mussi (Berazategui), Fernando Espinoza (La Matanza), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Andrés Watson (Florencio Varela), Fabián Cagliardi (Berisso) y Mario Secco (Ensenada) encabezan las nóminas locales pero planean continuar en sus intendencias. A ellos se suman otros dirigentes cercanos al kirchnerismo como Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Pablo Zurro (Pehuajó), también señalados por recurrir a candidaturas testimoniales. Desde el entorno de Mussi se justificó la postulación con fines “clarificadores” para el electorado, mientras que Pablo Zurro rechazó el calificativo de testimonial con énfasis: “No soy falso, no voy a ir al Concejo Deliberante”, declaró. En todos los casos, la estrategia parece centrarse en consolidar el poder local y promover listas oficiales sin comprometer el control de los municipios. Una figura central en este esquema es Verónica Magario, actual vicegobernadora bonaerense, que también se postula como diputada provincial pero no asumiría el cargo. La situación reedita viejos debates sobre la ética democrática y el respeto al voto. En contraste, al menos seis intendentes peronistas, así como el ministro Gabriel Katopodis, han confirmado que dejarán sus funciones si obtienen una banca legislativa. Entre ellos se encuentran Diego Nanni (Exaltación de la Cruz), Alejandro Acerbo (Daireaux), Marcos Pisano (Bolívar), Germán Lago (Alberti), Mayra Mendoza (Quilmes) y Mariano Cascallares (Almirante Brown). En otros espacios políticos la situación es diferente. En La Libertad Avanza, Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Guillermo Montenegro (General Pueyrredón) prometen asumir sus bancas en el Senado bonaerense. No obstante, una duda asoma: si Javier Milei los convoca a integrar su gabinete, ¿mantendrán ese compromiso? La alianza Somos Buenos Aires, integrada por sectores del peronismo no K, el radicalismo y otros espacios, también presenta a intendentes en sus listas: Julio Zamora (Tigre), Pablo Petrecca (Junín), Guillermo Britos (Chivilcoy) y Maximiliano Suescun (Rauch) afirmaron públicamente que dejarán sus cargos ejecutivos si son elegidos legisladores. La discusión sobre las candidaturas testimoniales no es nueva. En 2009, la Cámara Nacional Electoral había citado a Scioli y Massa para que explicaran sus candidaturas. Ambos se comprometieron a asumir... pero no lo hicieron. Desde el oficialismo, Carlos Bianco –ministro de Gobierno bonaerense– defendió la práctica: “Son algo que ha sucedido muchísimas veces y no están impedidas por la ley”. Desde la oposición, Patricia Bullrich calificó las candidaturas testimoniales como “un fraude”, aunque admitió que “a veces son necesarias para conformar un gabinete”. El regreso de esta estrategia en pleno 2025 reaviva un viejo dilema: ¿hasta qué punto puede estirarse la legalidad sin afectar la legitimidad del voto? El uso de candidaturas con fines tácticos pone sobre la mesa la necesidad de debatir seriamente el vínculo entre representación y compromiso con el cargo. TAPA DEL DÍA