TAPA DEL DÍA La tensión en el mundo Douglas Haig llegó a su punto máximo. En un partido clave por la tercera fecha de la Zona Campeonato del Torneo Federal A, el rojinegro volvió a caer, esta vez ante San Martín de Formosa, por 2 a 1 en el estadio Miguel Morales. Con esta nueva derrota, el equipo de Pergamino acumula siete fechas sin conocer la victoria, una racha que parece haber dinamitado sus posibilidades en el torneo. La caída tuvo consecuencias inmediatas: Gustavo “el Bati” Aranda presentó su renuncia apenas finalizado el encuentro. Su salida marca el final de un ciclo lleno de altibajos. En su lugar, y de manera interina, asumirá Matías Morales, quien hasta hoy se desempeñaba como ayudante de campo. El partido arrancó con un ritmo vertiginoso. A los 10 minutos, tras una jugada desordenada en el área local, Vicedo remató, la pelota rebotó en Pezzi, dio en el palo y terminó dentro del arco. El 1 a 0 silenció el estadio, aunque no por mucho tiempo. La respuesta de Douglas fue inmediata: un centro desde la derecha encontró a Rodrigo Cabalucci, quien controló y definió con gran categoría para empatar el partido 1 a 1. Parecía el inicio de la recuperación. Sin embargo, el entusiasmo se diluyó rápido. El primer tiempo mostró a un Douglas errático, con llegadas aisladas y sin claridad. San Martín estuvo cerca de volver a convertir con un remate de Vicedo al travesaño y una gran atajada de Bacher ante Siergejiuk. En la segunda parte, el local tomó la iniciativa, empujado por su gente y la necesidad. A los 3 minutos, Castellano tuvo el gol en sus pies, pero su remate se fue desviado. El equipo de Aranda manejó la pelota pero volvió a mostrar falta de profundidad y precisión en los metros finales. Cuando el empate parecía sellado, una mano dentro del área fue cobrada como penal a los 44 minutos. Matías Vicedo, de notable eficacia, convirtió el 2 a 1 definitivo. Bacher adivinó el remate, pero no logró detenerlo. El golpe fue letal. Con este resultado, Douglas queda sumido en una crisis deportiva y emocional. La falta de resultados, el desgaste del cuerpo técnico y la presión interna terminaron de desencadenar la salida de Aranda. Matías Morales estará al frente del plantel profesional mientras se define un nuevo entrenador. El desafío es enorme: levantar a un equipo golpeado, sin rumbo, y con escaso margen de error en lo que resta del campeonato. En la ciudad, crece el debate sobre si la dirigencia acompañó de manera suficiente este proceso y si el plantel tiene las herramientas necesarias para revertir la situación. El próximo compromiso será determinante, no solo en lo deportivo, sino en el ánimo de una hinchada que empieza a perder la paciencia. TAPA DEL DÍA