TAPA DEL DÍA – La compañía británica BP informó este lunes un significativo avance en exploración energética con el hallazgo de un gran yacimiento de petróleo y gas en la Cuenca de Santos, frente a la costa brasileña. Este descubrimiento, el más relevante para la empresa desde 1999, se extiende sobre una superficie de más de 300 kilómetros cuadrados, un área cinco veces mayor que la de Manhattan. El campo, denominado Bumerangue, está ubicado a aproximadamente 400 kilómetros de Río de Janeiro y representa una potencial reserva con presencia de petróleo, gas natural y condensado. Si bien aún es prematuro determinar con exactitud el volumen y la calidad de las reservas, BP destacó la relevancia estratégica del hallazgo. Gordon Birrell, vicepresidente ejecutivo de BP, señaló: "Estamos entusiasmados por anunciar este descubrimiento significativo, el mayor realizado por BP en 25 años". El último hallazgo de esta magnitud había sido el campo Shah Deniz en el mar Caspio, identificado en 1999, que contenía cerca de 990 mil millones de metros cúbicos de gas. BP tiene el 100% de los derechos de exploración del bloque Bumerangue, adjudicados tras presentar la única oferta en una subasta realizada por la Agencia Nacional del Petróleo de Brasil (ANP) en 2022. Este proceso se enmarcó en el Primer Ciclo de Oferta Permanente bajo el modelo de Partición de Producción, utilizado para proyectos en formaciones de presal en aguas profundas. Según este esquema, BP entregará un 5,9% del "lucro óleo" al gobierno brasileño, porcentaje correspondiente a la porción de petróleo que supera los costos de producción e inversión. No obstante, la empresa advirtió la presencia de elevados niveles de dióxido de carbono, lo que podría complicar la extracción y afectar la rentabilidad del proyecto. El desarrollo de un campo en aguas profundas suele requerir entre cuatro y diez años debido a la complejidad técnica y regulatoria. En este sentido, BP enfrenta un momento crucial en su estrategia global. Este martes presentará sus resultados del segundo trimestre y recientemente designó a Albert Manifold como nuevo presidente de su Consejo de Administración. Adicionalmente, la compañía afronta una creciente presión externa. Por un lado, rumores sobre una posible fusión con Shell aumentan la incertidumbre en el sector; por otro, la entrada del fondo Elliott en el capital de BP podría anticipar cambios significativos en su gestión. TAPA DEL DÍA