TAPA DEL DÍA La realidad que atraviesan los productores rurales de Bolívar y 9 de Julio se torna cada día más crítica debido a la persistente inundación de campos y caminos. La falta de mantenimiento en canales de desagüe y la ausencia de obras concretas exponen la fragilidad de un sistema productivo clave para la región. El caso emblemático es el de Francisco Tamborenea, tambero con 25 años de experiencia, quien se vio obligado a descargar más de 2000 litros de leche en plena vía pública luego de que su camión cisterna de 6000 litros quedara empantanado. “No me quedó otra que prender la motobomba y tirar la leche”, relata con frustración. Este hecho no solo refleja una pérdida económica sino también la consecuencia palpable del abandono de las infraestructuras rurales. Tamborenea destaca que el llamado “camino de los tamberos”, eje fundamental para el transporte en la zona, está “detonado” y sin mantenimiento desde el año pasado, lo que agrava el paso de vehículos y la salida de producción. “Si las obras de desagüe estuvieran hechas y los canales limpios, el agua ya se habría ido y el camino estaría firme”, señala. El exceso de lluvias, que alcanzó los 200 milímetros en el último mes, se combina con la negligencia institucional: “Tuve que limpiar el canal Artola, que la Municipalidad construyó en 2012 y nunca limpió”, remarca. El agua permanece estancada en calles y caminos mientras las cunetas se encuentran vacías, en un cuadro que el propio productor define como “absurdo”. La problemática no se limita a Bolívar. En el partido vecino de 9 de Julio, el productor Federico Ortiz confirma que el 70% del territorio está bajo el agua. “Los canales clandestinos y la falta de controles agravan la situación”, advierte. Pese a haber participado en reuniones con autoridades provinciales y municipales, las promesas de intervención quedan incumplidas. Ortiz relata que en su campo solo una pequeña porción está seca, mientras la mayoría permanece anegada, y la campaña agrícola reciente sufrió pérdidas significativas. La producción lechera también se encuentra paralizada en varios establecimientos, con camiones que no pueden acceder desde hace semanas y tambos que tuvieron que vender el ganado lechero por imposibilidad de ordeñe. El productor describe un escenario de aislamiento y deterioro constante: “Para llegar a mi casa tengo que abrir 88 tranqueras y cruzar caminos intransitables. Antes tardaba menos de media hora, ahora más de una hora.” La situación evidencia la necesidad urgente de obras hidráulicas y un mantenimiento adecuado para evitar que el agua siga anegando las tierras productivas, dañando la economía regional y poniendo en jaque a miles de familias vinculadas al campo. TAPA DEL DÍA  Opinión pública: Esta crisis hídrica que golpea al oeste bonaerense ha generado un fuerte reclamo social y productivo. La falta de respuestas efectivas del Estado frente a una problemática reiterada provoca descontento creciente. Expertos señalan que la sostenibilidad de la producción agropecuaria regional depende de decisiones urgentes en materia de infraestructura y políticas públicas orientadas a la gestión del agua. TAPA DEL DÍA