TAPA DEL DÍA | En la recta final del plazo para inscribir frentes electorales, el peronismo acelera definiciones para lanzar a nivel nacional el espacio Fuerza Patria. Aunque el escenario está lejos de la armonía, las conversaciones entre las principales figuras del Partido Justicialista avanzan en simultáneo en la provincia y en la ciudad de Buenos Aires. La fecha límite es este jueves, y el objetivo compartido es evitar una nueva fragmentación del voto. Por eso, en el PJ bonaerense —donde nació el nombre de la alianza— ya hay consensos básicos que permiten trabajar con mayor margen. En paralelo, en el peronismo porteño se encamina un acuerdo que incluye a dirigentes como Guillermo Moreno y Juan Manuel Abal Medina. Una pieza clave de esta reorganización ha sido la confirmación judicial de la condena a Cristina Fernández de Kirchner, que oficia como punto de confluencia para sectores antes distanciados. Su figura reaparece como sostén de unidad frente a la amenaza de dispersión, especialmente en medio de los movimientos de Juan Grabois, que amagó con romper el acuerdo nacional para competir por fuera con Patria Grande. En la provincia de Buenos Aires, el acuerdo tiene nombres propios. Máximo Kirchner y Sergio Massa tienen mayor capacidad de decisión, pero el gobernador Axel Kicillof también juega fuerte. Kicillof impuso las candidaturas de Gabriel Katopodis como cabeza de lista para senadores en la Primera Sección, y a Verónica Magario junto a Mariano Cascallares como principales candidatos a diputados en la Tercera Sección Electoral. Desde el entorno de Grabois habían dejado trascender que sin lugares en las listas, no habría unidad. Pero fue la propia Cristina Kirchner quien intervino para desactivar la amenaza de ruptura. En las últimas horas, se retomó el diálogo con su espacio, que ahora negocia condiciones para mantenerse dentro de Fuerza Patria. “Primero cerramos el frente, después hablamos de las listas”, afirmó uno de los dirigentes que participa activamente de las negociaciones. Sin embargo, todos los sectores reconocen que no habrá alianza efectiva sin acuerdo sobre las ubicaciones estratégicas en las boletas. A nivel nacional, la discusión es más estructural. El dilema es presentar listas únicas o habilitar internas que, aunque legítimas, podrían debilitar al espacio frente a un oficialismo con maquinaria electoral en funcionamiento. El propio Máximo Kirchner, en una reciente entrevista con Cenital, advirtió: “Si en la elección de diputados nacionales se decidiera ir por las partes, se irá por las partes, pero es una discusión que debería haberse dado antes”. Si se confirma la inscripción de Fuerza Patria este jueves, el siguiente hito será el domingo 17 de agosto, cuando venza el plazo para la presentación de listas. Allí se verá hasta dónde llegaron las negociaciones y qué tan sólida es la unidad alcanzada. Mientras tanto, reina la cautela. Ningún dirigente da por cerrado el armado. La experiencia reciente enseñó que incluso los acuerdos más avanzados pueden desarmarse en cuestión de horas. El reloj corre, y el peronismo lo sabe. Opinión razonada: En este contexto, la unidad no es una simple consigna: es una estrategia de supervivencia política. En un escenario fragmentado y con un electorado cada vez más volátil, el Frente <em>Fuerza Patria</em> podría representar la última gran apuesta del peronismo para conservar volumen electoral sin resignar identidad. El desafío será articular liderazgos y no repetir internas destructivas. TAPA DEL DÍA - www.tapadeldia.com