TAPA DEL DÍA  Botellas vacías, cajas, ropa, peluches y artículos que aparentemente carecen de valor se convierten en un problema insalvable para quienes padecen acumulación compulsiva. Lejos de ser un simple desorden, este trastorno psicológico genera un impacto profundo en la vida cotidiana, el entorno doméstico y la salud mental de quienes lo sufren. Gregory Chasson, psicólogo clínico y profesor asociado del Instituto de Tecnología de Illinois, explicó que "esta dificultad para desechar cosas suele conducir a un considerable desorden, que hace que el espacio habitable sea imposible de navegar", impidiendo que las habitaciones se usen para su función original. Según la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, al menos un 2,6% de la población mundial presenta síntomas de acumulación compulsiva, con mayores tasas en personas mayores de 60 años y quienes conviven con ansiedad o depresión. Estudios recientes del Journal of Psychiatric Research indican que la severidad del trastorno aumentó tras la pandemia de covid-19. Factores que predisponen al trastorno El perfeccionismo, la indecisión y la tendencia a postergar tareas se combinan para elevar la probabilidad de desarrollar esta condición. Otros factores incluyen antecedentes familiares, personalidad y experiencias de vida estresantes. Christiana Bratiotis, profesora asociada de la Universidad de Columbia Británica, sostiene que "no es solo la biología evolutiva, la genética o la neurobiología, pero todas esas cosas juegan un rol". Cómo se manifiesta y evoluciona El inicio del trastorno suele ocurrir entre la adolescencia y la adultez temprana, con la adquisición excesiva de objetos y la dificultad para desecharlos. Con el tiempo, el desorden puede impedir que se utilicen las habitaciones y generar aislamiento social, conflicto familiar y problemas laborales. Acumular objetos sin valor o innecesarios. Dificultad constante para desechar pertenencias. Conexión emocional intensa con los objetos. Generación de desorden que impide usar los espacios de la casa. Perfeccionismo y postergación de decisiones. Consecuencias en la vida diaria El cúmulo de objetos puede derivar en: Obstrucción de espacios y condiciones insalubres. Sufrimiento emocional y riesgo para la seguridad de los ocupantes. Aislamiento social y deterioro de relaciones personales. Conflictos con familiares o allegados que intentan reducir el desorden. Atención y manejo del trastorno En casos graves, la acumulación compulsiva puede requerir intervención de autoridades locales, servicios de salud o instituciones especializadas. La recomendación es acudir a profesionales de salud mental con experiencia en diagnóstico y tratamiento, así como consultar recursos disponibles en la comunidad. Este trastorno, aunque silencioso, impacta profundamente en la calidad de vida de millones de personas. Reconocerlo y buscar ayuda temprana es clave para prevenir consecuencias irreversibles. Opinión pública: La concientización sobre la acumulación compulsiva es cada vez más importante. Evitar estigmatizar a quienes la padecen y promover recursos de apoyo podría mejorar significativamente su bienestar y el de sus familias. TAPA DEL DÍA