TAPA DEL DÍA: La alianza peronista Fuerza Patria atraviesa un momento de profunda división interna a menos de un mes de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires. Mientras un sector apuesta por enfatizar la condena a Cristina Kirchner, el otro busca centrarse en la gestión y en los problemas cotidianos de los ciudadanos. El ala dura, vinculada a La Cámpora, ha llevado a cada acto de campaña mensajes directos de la expresidenta, reclamando visibilizar lo que consideran su proscripción. Por su parte, los dirigentes con cargos ejecutivos sostienen que la prioridad debe ser hablarle al electorado sobre cuestiones concretas que impactan su vida diaria, evitando que la discusión se centre en la figura de Cristina Kirchner. Las diferencias son visibles tanto en los actos públicos como en las reuniones a puertas cerradas. Según Tignanelli, referente camporista, “mucha gente nos pregunta cómo está Cristina Kirchner, nos piden que la banquemos. Es necesario visibilizar eso, incluso estando proscripta, sigue teniendo alta intención de voto en la provincia”. Horas antes, dirigentes del ala dura K se reunieron en la sede del Partido Justicialista, encabezados por mujeres líderes como Teresa García. Aunque la intención declarada es poner en el centro del debate los problemas derivados del modelo económico de Javier Milei, la gráfica de campaña se mantiene fuertemente ligada a mensajes de la expresidenta. La disputa interna no se limita a la estrategia de comunicación. Las definiciones sobre los nombres para las listas de diputados y senadores también generan tensión. Mientras Cristina y Máximo Kirchner impulsan figuras leales para garantizar votos alineados contra Milei, el círculo de confianza de Axel Kicillof busca candidatos con buena imagen pública y aceptación amplia, como Jorge Taiana, aunque la opción fue perdiendo fuerza frente al operativo para posicionar a Máximo Kirchner en la boleta provincial. En este escenario, la unidad de Fuerza Patria se mantiene, aunque con grietas que podrían profundizarse hasta el cierre de listas en octubre. Solo algunas excepciones, como la posible candidatura de Juan Grabois, podrían tensionar aún más la cohesión del espacio. TAPA DEL DÍA  La opinión pública muestra que estas tensiones internas suelen afectar la percepción del electorado, que observa con atención si los líderes políticos priorizan la gestión o el enfrentamiento simbólico. Los analistas consideran que la estrategia que logre equilibrar ambos mensajes será clave para los resultados de septiembre y octubre.