TAPA DEL DÍA El Tesoro Nacional atraviesa una etapa de alta presión financiera, luego de una licitación por $15 billones donde solo se renovó el 60% de los compromisos. Las tasas ofrecidas superaron la inflación, llegando casi al 70%, dejando liberados cerca de $6 billones que podrían presionar sobre el dólar. En respuesta a esta situación, el director del Banco Central, Federico Furiase, anunció una colocación de emergencia para captar los pesos excedentes y evitar distorsiones en el mercado cambiario. "Los pesos excedentes de la licitación de hoy serán absorbidos de manera inmediata, mayoritariamente vía aumento de encajes remunerados con nuevos títulos públicos a ser suscriptos el lunes próximo", indicó en sus redes sociales. La operación incluyó 11 instrumentos de deuda, aunque gran parte de la renovación se concentró en letras que vencen en septiembre, con tasas que oscilaron entre 63,78% y 69,20%, equivalentes a 4,20% y 4,48% mensual. Esta situación se inscribe en un contexto de tensión sostenida tras el fin de las LEFI hace un mes, cuando quedaron $10 billones sueltos. El Banco Central reaccionó elevando los encajes bancarios al 40% para reducir el impacto de esos pesos en el tipo de cambio. Según Federico Filippini, Chief Economist de Adcap, "los bancos no estuvieron muy incentivados a ir a plazos más largos, y este escenario mostró la complejidad de la estrategia de liquidez que manejan frente a las Lecaps y la deuda de corto plazo". El panorama no mejora hacia fin de año: el Tesoro deberá enfrentar vencimientos por $24 billones hasta las elecciones nacionales del 26 de octubre y $48,5 billones hasta diciembre, lo que representa cerca del 2,8% del PBI solo hasta los comicios. El calendario de vencimientos pendientes incluye: 27 de agosto: $9,1 billones 10 de septiembre: $7,2 billones 26 de septiembre: $3,9 billones 15 de octubre: $3,9 billones 29 de octubre: $4 billones 5 de noviembre: $6,8 billones 26 de noviembre: $2,5 billones 11 de diciembre: $11,1 billones En este contexto, los analistas destacan que la tensión sobre las tasas y la liquidez podría afectar la dinámica económica, aunque no se prevé un quiebre masivo de la cadena de pagos. Matías Rajnerman, jefe de macroeconomía del Banco Provincia, aseguró que "desde la segunda mitad de julio, los adelantos de cuenta corriente cayeron 13% en términos reales, lo que refleja menor demanda de financiamiento y un crédito más caro para las empresas". Con la mirada del mercado centrada en la evolución de las tasas y la capacidad del Tesoro de afrontar los vencimientos, la tensión financiera se mantendrá como un factor determinante en los próximos meses, a la espera de los impactos sobre la actividad económica y la estabilidad cambiaria. TAPA DEL DÍA