TAPA DEL DÍA Los adolescentes que utilizan cigarrillos electrónicos enfrentan un riesgo significativamente mayor de consumir alcohol y marihuana, según un análisis publicado en la revista Tobacco Control. La investigación revela que los jóvenes que vapean tienen entre 2,7 y 6 veces más probabilidades de probar marihuana, y entre 4,5 y 6,7 veces más de consumir alcohol, en comparación con quienes no usan estos dispositivos. El estudio, llevado a cabo por investigadores del Reino Unido de la Universidad de York, la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y la Royal Free London NHS Foundation Trust, se basó en una revisión global de 56 estudios publicados en la última década. Este enfoque, denominado umbrella review, permitió comparar resultados de manera uniforme y establecer conclusiones confiables sobre los riesgos del vapeo en adolescentes. Según los autores, el uso de vapeadores se asocia no solo a un mayor riesgo de consumo de sustancias, sino también a episodios intensivos de alcohol, conocidos como “atracones”, especialmente en menores de 18 años. “Nuestros hallazgos sugieren que comportamientos como el vapeo, el alcohol y la marihuana suelen aparecer juntos, cumpliendo funciones sociales y psicológicas similares”, destacaron. El vapeo consiste en inhalar el aerosol generado por un cigarrillo electrónico, que contiene nicotina, partículas y otras sustancias químicas nocivas. Su diseño atractivo y los sabores llamativos facilitan su adopción entre adolescentes y niños, quienes acceden con mayor facilidad a estos productos que al tabaco convencional. Instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ya alertaron que el vapeo no es seguro y puede afectar los pulmones, el corazón y otros órganos. Además, los investigadores confirmaron que el vapeo se vincula con problemas respiratorios como asma y tos, así como con incidentes por fallas técnicas de los dispositivos. El doctor Ricardo Pautassi, investigador del Conicet y profesor de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, señaló: “Uno de los hallazgos más relevantes es la relación entre el vapeo y un mayor consumo de alcohol, incluso en patrones de riesgo como el consumo intensivo, que implica ingerir varias bebidas en una sola ocasión. Se trata de una práctica frecuente y peligrosa en esta población”. Los expertos concluyen que el vapeo aumenta la probabilidad de probar cigarrillos tradicionales y otras sustancias, alterando procesos del desarrollo neurológico y reforzando la necesidad de políticas públicas que restrinjan su venta y promoción a menores. Estas evidencias refuerzan la urgencia de informar y proteger a los adolescentes de un hábito que va más allá del cigarrillo electrónico y que impacta directamente en su salud física y mental. Opinión pública: La investigación consolida la percepción de que el vapeo juvenil es un problema de salud pública global. Padres, educadores y autoridades deben considerar la magnitud del riesgo y actuar de manera preventiva antes de que estas conductas se generalicen. TAPA DEL DÍA – Para más información, visite www.tapadeldia.com