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El corazón de la Luna: científicos confirman núcleo sólido y revolucionan la comprensión del satélite

Un estudio internacional liderado por Arthur Briaud revela que la Luna posee un núcleo interno sólido similar al de la Tierra, un hallazgo que despeja décadas de incógnitas y ofrece nuevas claves sobre la historia del sistema solar.

  • 23/08/2025 • 08:01

TAPA DEL DÍA - Un hallazgo reciente en la investigación lunar está revolucionando la manera en que la ciencia comprende nuestro satélite natural. Un equipo internacional de astrónomos, liderado por Arthur Briaud del Institut de Physique du Globe de Paris, ha confirmado que la Luna posee un núcleo interno sólido, similar al de la Tierra.

Durante décadas, el interior de la Luna fue un misterio. Las misiones Apolo (1969-1972) trajeron más de 380 kilogramos de rocas y muestras lunares, que sirvieron como base para múltiples estudios sobre su estructura y origen. Sin embargo, la confirmación de un núcleo sólido no llegó hasta este nuevo estudio, publicado en la revista Nature.

El nuevo estudio permitió confirmar que la Luna posee un núcleo sólido, una estructura que durante décadas fue objeto de debate entre la comunidad científica

En 2011, la NASA ya había planteado la posibilidad de un núcleo sólido, aunque sin pruebas concluyentes. Hoy, gracias a combinaciones de mediciones láser desde la Tierra, simulaciones computacionales y datos de misiones espaciales, se confirma que la Luna tiene un núcleo compuesto por dos capas: una externa fluida de 362 kilómetros y una interna sólida de 258 kilómetros, con densidad similar al hierro.

Este descubrimiento no solo despeja un debate científico de más de 50 años, sino que también explica fenómenos históricos del satélite, como su intenso campo magnético durante los primeros mil millones de años. El núcleo generaba corrientes eléctricas que inducían magnetismo, desapareciendo gradualmente con el enfriamiento lunar.

La relevancia del hallazgo trasciende a la Luna. Al confirmar un núcleo activo capaz de generar magnetismo, los científicos obtienen pistas sobre la Tierra primitiva y otros cuerpos rocosos, ayudando a comprender la formación y evolución de campos magnéticos planetarios, un factor clave para la habitabilidad y la geología de los planetas.

El núcleo está compuesto por dos capas diferenciadas: una externa fluida con un espesor de 362 kilómetros y una interna sólida de 258 kilómetros

Este avance, resultado de décadas de investigación y del trabajo conjunto de múltiples disciplinas, ofrece ahora una pieza central para reconstruir la historia del sistema solar y el origen de nuestro vecindario cósmico.

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