TAPA DEL DÍA - La reversión de vasectomía, antes un fenómeno poco frecuente, empieza a observarse con mayor frecuencia en consultorios de todo el país. La motivación principal: formar una nueva familia o retomar la paternidad tras cambios de pareja. Esteban, de 48 años, es uno de los hombres que optó por la reversión. “Tengo tres hijos de mi primer matrimonio y un hijo de cuatro años con mi segunda pareja. Pensé que no quería más hijos y me hice la vasectomía hace cuatro años. Después me separé y conocí a mi actual mujer. Por eso decidí revertirla”, relató. La vasectomía, incluida en el Plan Médico Obligatorio, se volvió más común tras la sanción de la Ley 26.130, que garantiza el acceso gratuito y autónomo a la anticoncepción quirúrgica. Entre 2017 y 2018, los procedimientos aumentaron un 312%, pasando de 181 a 565 intervenciones en todo el país, según datos del Ministerio de Salud. El crecimiento en vasectomías también trajo consigo un incremento de reversiones. En 2025, el Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires duplicó sus casos de reversiones, de cuatro a ocho, en comparación con años anteriores. “El arrepentimiento está descripto en la literatura médica entre el 2% y el 6%, pero el aumento histórico de vasectomías hace lógico que veamos más pacientes que buscan revertirlas”, explica Mariano Cohen, jefe de Andrología del Hospital de Clínicas. Otros especialistas, como Sergio Pusarelli del Instituto de Trasplantes de Alta Complejidad, no observan un incremento, mientras que Norberto Bernardo, de la UBA, confirma que las consultas están en alza. Nicolás Villasante, del Hospital Alemán, también reporta más pacientes interesados: “Antes era casi inexistente, ahora sí aparecen consultas y ya realizamos dos procedimientos”, señaló. La reversión es más compleja que la vasectomía. Se realiza bajo microscopio, con hilos ultrafinos, y puede durar hasta tres horas. “La tasa de éxito depende del tiempo transcurrido desde la vasectomía: dentro de los primeros diez años hay un 75%-80% de posibilidades de recuperar la fertilidad; después de ese período baja al 20%”, advierte Cohen. Además del deseo de paternidad, algunos pacientes recurren a la reversión por dolor crónico postoperatorio. La información y la planificación previa son fundamentales. “Es importante considerar también la pareja y la reserva ovárica femenina, para decidir entre reversión o técnicas de reproducción asistida”, agrega Cohen. Esteban asegura que la cirugía fue sencilla: “La molestia duró solo un día. Semanas después, el espermograma mostró presencia de espermatozoides. Estamos buscando ser padres nuevamente y, en teoría, no debería haber problemas”. Este fenómeno evidencia cómo los cambios de vida, la planificación familiar y el acceso a la información médica modifican decisiones que antes se consideraban definitivas. Para más información y cobertura completa, TAPA DEL DÍA.