La polarización nacional se adueñó del debate legislativo en CABA En un debate que se extendió por casi tres horas y dejó poco espacio a las propuestas concretas, los 17 candidatos a legisladores porteños protagonizaron un cruce marcado por la polarización entre Javier Milei y el kirchnerismo. El formato del evento, limitado a intervenciones cortas y sin margen real para el intercambio de ideas, dejó en evidencia la intención de cada espacio: reforzar identidades nacionales antes que discutir los problemas de la Ciudad. TAPA DEL DÍA: El candidato libertario Manuel Adorni, actual vocero presidencial, se destacó con un estilo confrontativo, especialmente al responderle a Leandro Santoro: “Sí, soy Milei. Vos sos solo Santoro porque te avergonzás de todos los equipos en los que participaste”. La chicana no tardó en viralizarse en redes sociales. Los cruces más fuertes no solo se dieron entre partidos opuestos. Dentro del mismo universo libertario, Adorni marcó distancia con Ramiro Marra, y Yamil Santoro acusó al primero de “robarle proyectos”. El peronismo tampoco estuvo exento de pases de factura: Juan Manuel Abal Medina y Alejandro Kim criticaron el armado del PJ porteño que excluyó a sus listas. Los temas locales como inseguridad, transporte, residuos y “trapitos” fueron mencionados, pero con escasa profundidad. La mayoría de los discursos buscaron proyectar posicionamientos nacionales, dejando en segundo plano las cuestiones propias de la legislatura porteña. Ricardo Caruso Lombardi aportó el color con analogías futboleras. “Acá se maneja todo con resultados, si no preguntale a Gago que por un partido se tuvo que ir”, lanzó, intentando vincular la política con la pasión popular. Horacio Rodríguez Larreta, desde Volvamos Buenos Aires, cerró su participación con una frase que reflejó su ambición: “Quiero volver a gobernar la Ciudad”. Uno de los más experimentados, Larreta fue de los pocos que logró sostener una narrativa sin sobresaltos. Silvia Lospennato apeló a la figura de Mauricio Macri para apuntalar su candidatura. En paralelo, Adorni reafirmó su alineamiento con Milei desde el minuto uno. La estrategia fue clara: nacionalizar el debate y polarizar. TAPA DEL DÍA: El gran ganador del debate fue el clima de grieta. El votante porteño fue testigo de un enfrentamiento que poco tuvo de local y mucho de disputa nacional. La elección del 18 de mayo parece más una contienda por el futuro del país que una elección legislativa de ciudad. Desde el kirchnerismo, libertarios y peronistas intentaron consolidar su base electoral, mientras que sectores como la UPL o Confluencia por la Igualdad buscaron marcar su diferencia, aunque con escasa visibilidad. “El pueblo necesita representantes que hablen de sus problemas reales”, expresó Eva Koutsovitis, una de las pocas voces que intentó reencauzar el debate hacia la agenda porteña. Su mensaje, sin embargo, se diluyó en el griterío general. TAPA DEL DÍA: Con pocas ideas nuevas y muchas banderas partidarias, el debate legislativo en CABA dejó claro que la grieta es el verdadero eje de campaña. Más que propuestas, los candidatos ofrecieron lealtades.