TAPA DEL DÍA: Harvard bajo fuego tras la ofensiva de Trump contra sus estudiantes extranjeros La histórica decisión del gobierno de Donald Trump dejó en estado de shock a más de 6800 alumnos extranjeros de Harvard, quienes ahora enfrentan un futuro incierto. La prohibición de inscribir nuevos estudiantes internacionales y la exigencia de que quienes ya cursan deban abandonar el país o cambiar de universidad generó una ola de indignación y temor en el mundo académico. La TAPA DEL DÍA muestra un panorama crítico no solo para Harvard, sino para otras casas de estudio de élite que albergan estudiantes internacionales, quienes se ven expuestos a represalias y medidas restrictivas. Un ataque directo a la diversidad y el conocimiento global La Casa de Estudios de Massachusetts fue acusada por la administración Trump de promover posiciones políticas de izquierda extrema, fomentar el antisemitismo y de tener vínculos con el Partido Comunista chino. Estas acusaciones, junto al congelamiento de fondos por 2200 millones de dólares y la suspensión de su programa de estudiantes internacionales, evidencian un claro objetivo: controlar y condicionar a las universidades más influyentes del país. “Una Harvard sin su diversidad internacional no será la misma. Trump nos está usando como fichas de póker”, advirtió el activista sueco y estudiante Leo Gerden, reflejando la preocupación de toda la comunidad. ¿Qué implica esta medida para los estudiantes? La prohibición significa que Harvard no podrá aceptar más alumnos extranjeros y que los actuales deberán transferirse a otra universidad o abandonar EE.UU. en un plazo limitado. Ante esta situación, un juez federal frenó temporalmente la revocación de visas, pero la tensión continúa. Reacciones internas y resistencia Desde Harvard, calificaron la decisión como ilegal y peligrosa. Jason Newton, director de relaciones públicas, alertó sobre el daño irreversible para la comunidad universitaria y para el país. Asimismo, docentes destacados como Jason Furman, exfuncionario del gobierno Obama, rechazaron la medida, destacando la importancia vital de los estudiantes internacionales para la innovación y el desarrollo académico. En definitiva, esta TAPA DEL DÍA refleja la batalla entre un gobierno que intenta disciplinar a las universidades y una comunidad que lucha por mantener su identidad global y plural.