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Ignacio Maiztegui fue categórico: “Cristina no fue condenada por ideología, sino por corrupción”

El presidente del bloque de concejales de Juntos, Ignacio Maiztegui, encendió la polémica en el Concejo Deliberante al afirmar que la condena a Cristina Fernández de Kirchner responde a delitos de corrupción y no a persecución política. También criticó la falta de una ley de “ficha limpia”.

  • 13/06/2025 • 07:51
Foto Doario Nucleo

Ignacio Maiztegui fue categórico: “Cristina no fue condenada por ideología, sino por corrupción”

En una intervención que no pasó desapercibida, Ignacio Maiztegui, presidente del bloque de concejales de Juntos, sentó posición sobre la situación judicial de Cristina Fernández de Kirchner. Lo hizo durante la última sesión del Concejo Deliberante, donde remarcó que la exmandataria “no fue condenada por ideología, fue condenada por corrupción”.

Maiztegui lamentó que no prosperara la ley de ficha limpia, un proyecto que impediría que personas con condenas puedan ser candidatas a cargos públicos. “La gravedad indica que es una expresidenta y una potencial candidata, lamento profundamente que no haya salido la ley de ficha limpia. No está siendo proscripta ni mucho menos, está siendo condenada por delitos de corrupción”, enfatizó.

El edil instó a separar la política de la justicia: “Debemos ser claros en esto, hay que poner las cosas en su justa medida, no todo tiene que ver con la política o una ideología. Quien comete un delito debe pagar una pena, eso es lo que prevé nuestro código”.

Con un mensaje directo a la sociedad, Maiztegui cerró su exposición subrayando la responsabilidad institucional que implica la condena a una exjefa de Estado: “Esto está agravado institucionalmente por lo que representa la figura de la persona que acaba de ser condenada, pero no fue condenada por ninguna ideología, fue condenada por corrupción”.

Redacción del Diario TAPA DEL DIA

Opinión Pública: Este pronunciamiento vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de debatir una ley de ficha limpia en todos los niveles del Estado. Mientras tanto, la sociedad observa con escepticismo cómo la corrupción sigue cruzando la política argentina de punta a punta.