TAPA DEL DÍA – El gobierno estadounidense anunció un aumento histórico en la recompensa ofrecida por datos que conduzcan al arresto del mandatario venezolano, intensificando la presión sobre el régimen chavista. El Departamento de Justicia y el Estado de EE.UU. informaron este jueves que la recompensa por información que permita la captura de Nicolás Maduro pasó de 25 a 50 millones de dólares. La fiscal general, Pam Bondi, fue la encargada de comunicar la decisión, subrayando la gravedad de las acusaciones contra el líder venezolano. Desde hace meses, el gobierno norteamericano no reconoce a Maduro como presidente legítimo, tras unas elecciones cuestionadas por observadores internacionales y la oposición venezolana. Las imputaciones en su contra incluyen cargos de narcotráfico, vinculaciones con organizaciones criminales como el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa, según la acusación oficial. “Maduro es uno de los narcotraficantes más peligrosos del mundo y representa una amenaza directa para la seguridad nacional de Estados Unidos. Bajo la administración Trump, no podrá evadir la justicia”, expresó Bondi en un video difundido en la red social X. El comunicado también detalla que el Departamento de Justicia ha incautado activos vinculados al régimen, valorados en más de 700 millones de dólares, incluyendo dos aeronaves y nueve vehículos. Previamente, en enero, EE.UU. había establecido una recompensa de 25 millones por Maduro y Diosdado Cabello, y 15 millones por Vladimir Padrino López, totalizando 65 millones por estos tres funcionarios de alto rango. Además, se aplicaron sanciones y restricciones de visas contra personas vinculadas al gobierno venezolano, junto con el embargo de activos en el exterior. Esta nueva medida refleja la estrategia norteamericana para incrementar la presión sobre el régimen chavista y reforzar las acciones legales en su contra. TAPA DEL DÍA Opinión pública La decisión de duplicar la recompensa genera fuertes repercusiones a nivel internacional y refuerza la percepción de que el gobierno de Estados Unidos está decidido a combatir la influencia del régimen venezolano. Expertos en política internacional consideran que esta medida podría intensificar las tensiones diplomáticas, pero también aumentar la posibilidad de deserciones internas que colaboren con la justicia.