TAPA DEL DÍA  El Banco Central (BCRA) volvió a ajustar los encajes sobre los depósitos realizados por fondos comunes de inversión (FCI) money market, instrumentos de alta liquidez que utilizan las billeteras virtuales para remunerar los saldos de sus usuarios. Esta medida forma parte de un paquete diseñado para absorber pesos tras la última licitación de deuda, donde solo se refinanció el 60% de los vencimientos. Los encajes, también conocidos como efectivo mínimo, representan la porción de los depósitos que los bancos deben mantener inmovilizados en el BCRA, generalmente a tasa 0%, como mecanismo de seguridad sistémica. Su porcentaje varía según el tipo de depósito y el tamaño de la entidad financiera. Desde principios de agosto, los encajes sobre los FCI money market se habían duplicado del 20% al 40%. A partir de la próxima semana, se elevarán al 45%, aunque esta vez los cinco puntos adicionales podrán ser integrados con títulos públicos ofrecidos por el Tesoro en una subasta especial para bancos. Impacto esperado en los rendimientos Tradicionalmente, un aumento en los encajes reduce el dinero disponible para los bancos, lo que puede derivar en menores tasas para los depositantes de los FCI, afectando indirectamente a los usuarios de billeteras virtuales. Sin embargo, al poder cumplir con la norma mediante títulos públicos, cuyo rendimiento viene creciendo en las últimas semanas, el impacto podría ser neutralizado. Nicolás Guaia, CEO de Max Capital Asset Management, explicó: “En condiciones normales, una suba de encajes afectaría negativamente la rentabilidad de los FCI money market. Esta vez, como los cinco puntos adicionales se pueden integrar con especies, el efecto podría compensarse”. Por su parte, Sofía Bishop, comercial de FCI de Cocos, señaló: “El encaje debería afectar la rentabilidad potencial, pero el momento de alta volatilidad y la reconfiguración del sistema monetario hacen incierto cuándo y cuánto se trasladará a los rendimientos”. Francisco Mattig, senior portfolio manager de One618, agregó que la licitación de la letra Tamar, con un piso de 50% anual, podría mejorar la tasa que los bancos pagan a los FCI. No obstante, advirtió que la medida que obliga al cómputo diario de encajes podría contrarrestar esta mejora. En este contexto, los especialistas coinciden en que la volatilidad y los ajustes regulatorios mantienen la incertidumbre sobre cómo se reflejarán estas decisiones en los rendimientos de las billeteras virtuales en el corto plazo. Opinión pública: Muchos usuarios de billeteras virtuales miran con atención estos cambios, ya que cualquier ajuste en los rendimientos impacta directamente en la rentabilidad de sus saldos, generando preocupación por la previsibilidad de sus finanzas digitales. TAPA DEL DÍA