El clima de euforia que atraviesa el Gobierno de Javier Milei tras la contundente victoria legislativa contrasta con la creciente presión interna para avanzar con un paquete de reformas estratégicas. El Presidente busca que el Congreso apruebe, durante las sesiones extraordinarias de diciembre, modificaciones laborales, tributarias y penales, además del fundamental Presupuesto 2026. Esta ofensiva forma parte de las promesas realizadas al expresidente estadounidense Donald Trump y al Fondo Monetario Internacional (FMI). En este marco, la Casa Rosada aceleró cambios en su gabinete y designó a Diego Santilli como nuevo ministro del Interior, acompañado por Manuel Adorni como ministro coordinador. Ambos serán los encargados de consolidar consensos con los gobernadores para garantizar los votos en ambas cámaras. La agenda de Santilli ya comenzó a rodar. Tras su renuncia como diputado, mantuvo reuniones con Ignacio Torres (Chubut) y Raúl Jalil (Catamarca), quienes se mostraron abiertos al diálogo, siempre y cuando existan beneficios concretos para sus provincias. Entre los próximos encuentros destacan los de Gustavo Sáenz (Salta), Marcelo Orrego (San Juan) y Martín Llaryora (Córdoba), este último clave en el armado opositor dialoguista. Sin embargo, varios mandatarios quedaron relegados de las primeras rondas: Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). La intención oficialista es incorporarlos progresivamente, aunque sin exposición mediática. Los gobernadores coinciden en un punto central: condicionarán su apoyo al Presupuesto 2026 y las reformas a un paquete de beneficios fiscales y financieros concretos. Reclaman certidumbre sobre el reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), cuestionados durante la primera etapa del gobierno, y exigen fondos para sostener cajas previsionales provinciales. TAPA DEL DÍA — Otro eje de tensión es la obra pública. Desde el inicio de su gestión, Milei congeló los proyectos financiados por el Estado nacional, generando preocupación en economías locales. También se mantienen reclamos por el mantenimiento de rutas nacionales, bloqueado por falta de partidas asignadas. Mientras tanto, la reforma laboral plantea uno de los escenarios más delicados. La conducción renovada de la CGT expresó predisposición al diálogo, pero alertó sobre posibles conflictos vinculados a jornadas laborales, salarios y despidos, temas sensibles para su estructura interna. Santilli buscará que cada provincia acerque su propia agenda, con el objetivo de compatibilizar intereses sin perder la esencia del proyecto presidencial. No obstante, Milei enfrenta oposición cerrada del kirchnerismo y el peronismo combativo, que ya anticiparon resistencia parlamentaria. Para el Presidente, el margen político es estrecho: las reformas deben aprobarse bajo su diseño original. En este sentido, el Gobierno confía en que las negociaciones serán productivas, aunque sabe que cada concesión provincial tendrá costo fiscal y político. Opinión pública: En sectores de la ciudadanía predomina la sensación de que los gobernadores aprovecharán este momento para asegurar recursos estratégicos, lo cual podría generar tensiones a futuro. Sin embargo, también crece la expectativa de que estas negociaciones destraben obras y políticas regionales largamente postergadas. TAPA DEL DÍA