Las familias argentinas ya necesitan más de $800.000 para llenar el changuito: cuáles son las provincias más caras

Durante octubre, las familias argentinas debieron enfrentar incrementos significativos para completar una compra mensual de alimentos y bebidas en supermercados. De acuerdo con el último relevamiento de la consultora Analytica, una familia tipo conformada por dos adultos y dos menores necesitó superar la barrera de los $800.000 para llenar el changuito, con variaciones que oscilaron entre el 3,7% y el 5,3% según la provincia.

El informe, denominado “Changuito Federal”, relevó precios en supermercados online de todo el país, manteniendo la misma marca y tamaño de envase para garantizar la comparabilidad regional. Una de las conclusiones más destacadas fue la amplia dispersión de valores entre provincias, fenómeno atravesado por diferencias tributarias y salariales.

La Patagonia, la región más costosa

Tal como ha sucedido en meses anteriores, el sur del país encabezó el listado de los changuitos más caros. Santa Cruz registró un costo total de $834.177, seguida por Chubut ($859.597), Tierra del Fuego ($822.066), Río Negro ($804.049) y Neuquén ($791.546).

En contraste, las provincias del noreste argentino se ubicaron como las más accesibles: Corrientes ($755.224), Formosa ($749.929) y Misiones ($748.815).

A pesar de estas diferencias, el estudio remarcó que la relación entre precios y salarios no es lineal. En el NEA, el costo de la canasta representa el 29,5% del ingreso de dos salarios promedio, mientras que en la Patagonia la incidencia relativa es menor: apenas 15,7% del mismo ingreso.

Los productos que más aumentaron

Dentro de la canasta, el aceite de girasol fue el producto que más incrementos registró, con subas de entre el 4% y el 6% en la mayoría de las provincias. El queso crema también mostró variaciones importantes, alcanzando un incremento del 5,2% en Santa Cruz, mientras que el yogur bebible subió en todas las jurisdicciones.

Por su parte, los huevos mantuvieron estabilidad en casi todas las regiones, salvo en Tucumán y Santiago del Estero, donde el precio aumentó un 1%.

El informe atribuye parte de la dispersión de valores a la estructura tributaria provincial, que impacta directamente en el costo final de los alimentos.

Una brecha que preocupa

Con salarios que no acompañan del mismo modo en todas las provincias, especialistas advierten que la situación podría profundizar la desigualdad territorial en materia de acceso a bienes esenciales. Para muchas familias, la planificación mensual se volvió un ejercicio cada vez más complejo.

En la opinión pública crece la percepción de que la inflación en alimentos se instaló en un sendero persistente, presionando sobre el poder de compra y obligando a ajustar consumos básicos. Entre analistas económicos, el consenso es claro: sin políticas fiscales coordinadas y mejoras salariales sostenidas, la brecha continuará ampliándose.

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