TAPA DEL DÍA — En el Gobierno descartan, por ahora, cualquier modificación a las medidas cambiarias reinstaladas antes de las elecciones legislativas. Según confirmaron fuentes oficiales, las restricciones sobre los llamados “rulos” del dólar continuarán vigentes en el corto plazo, pese a los recientes comentarios del vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, sobre la posible eliminación de ciertas trabas. La administración nacional asegura que la prioridad sigue siendo evitar movimientos bruscos en la brecha cambiaria y sostener el esquema de bandas ratificado tras los comicios de octubre. “No va a suceder en breve”, sostienen en Balcarce 50 ante la posibilidad de relajar las normas que se aplicaron en las semanas previas a la elección. Uno de los puntos centrales es la comunicación “A” 8336, que prohíbe operar simultáneamente en el mercado oficial y en el financiero. Quienes acceden al dólar oficial quedan impedidos durante 90 días de comprar MEP o contado con liquidación. Esta regla había sido derogada en abril, pero fue reactivada en septiembre en un intento de frenar operaciones especulativas. A esto se sumó, en octubre, la decisión del Banco Central de exigir a las billeteras virtuales que dejen de vender dólar oficial, una restricción que ya regía para las Alycs. En la Casa Rosada insisten en que aquel mecanismo “era un negocio para unos pocos” y remarcan que no impulsarán medidas que puedan ensanchar la brecha cambiaria. El oficialismo descarta una devaluación y ratifica que las restricciones se sostendrán mientras continúe el sistema de bandas de 1%, aunque no cierran la puerta a ampliar su rango de movimiento. A su vez, buscan mantener tasas de interés bajas para impulsar el crédito y la actividad económica durante la última parte del año. En cuanto a las reservas, en el Gobierno admiten que podrían salir a comprar dólares en el corto plazo, aunque sin un cronograma predefinido. “Depende de los tiempos del mercado y de la demanda de pesos”, explican. Una eventual compra a través del Banco Central implicaría emisión, por lo que las decisiones se tomarán con cautela. La mesa chica presidencial apunta a reforzar el colchón de divisas para enfrentar pagos de deuda que superan los US$4000 millones en enero y otros US$4500 millones en julio. Aunque el escenario aún es incierto, no descartan recurrir a los mercados internacionales si se profundiza la baja del riesgo país. En este contexto, la estrategia del Gobierno apuesta a la estabilidad como señal política y económica, aun cuando el mercado espera definiciones más concretas sobre el rumbo de la política cambiaria. Opinión pública: La persistencia de las restricciones puede ofrecer un mensaje de orden en el corto plazo, pero también instala la expectativa de que el esquema actual será difícil de desarmar sin un consenso político más amplio. En un país históricamente sensible a la dinámica del dólar, cada gesto oficial tiene impacto directo en la confianza social y en las decisiones cotidianas de millones de argentinos. TAPA DEL DÍA