Grupo de Medios Infopba
Instagram

Entérate primero

Síguenos en Instagram

Economía

Créditos hipotecarios: por qué las tasas en Argentina siguen duplicando a la región pese al boom de préstamos

Aunque los bancos comenzaron a bajar las tasas y los créditos UVA marcaron su mayor recuperación en siete años, el costo del financiamiento en Argentina continúa muy por encima del de los países vecinos. La caída histórica del precio del metro cuadrado y la mejora de ingresos explican por qué miles de familias volvieron a considerar una hipoteca.

  • 19/11/2025 • 09:10

Un mercado que despierta pese a tasas aún elevadas

Tras las elecciones y en un contexto de inflación en descenso, los créditos hipotecarios volvieron a ganar protagonismo en la Argentina. Las entidades financieras retomaron las líneas UVA y, por primera vez en siete años, el sistema muestra un crecimiento sostenido, aunque las tasas locales continúan duplicando a las de los países de la región. Este informe especial analiza las razones detrás del fenómeno.

Cómo se movieron las tasas tras los comicios

En los últimos días, dos bancos redujeron los intereses de sus préstamos. El BBVA bajó su tasa del 10,9% al 7,5% real, mientras que el ICBC recortó del 13% al 11%. Ambas líneas se actualizan por inflación porque se otorgan en UVAs. En contraste, el Banco Nación incrementó su tasa de 4,5% a 6%, aunque aún ofrece el costo más bajo del mercado. Para acceder, los bancos exigen ingresos mínimos y acreditación de haberes.

Sin embargo, la tendencia general sigue siendo elevada: el promedio del sistema ronda el 11,5%, con apenas tres entidades en un dígito. En los extremos, Supervielle, Santander, Galicia y Macro alcanzan tasas cercanas al 15%.

La región: tasas más bajas y sin indexación

El contraste con los países vecinos es notorio. En Chile, la tasa promedio es del 5,2%. En Uruguay, oscila entre el 3,8% y el 4,5%. Perú ofrece cifras más altas, pero con una inflación estabilizada desde hace décadas. Incluso en Brasil o Paraguay, donde los créditos no están indexados, los rangos se ubican muy por debajo de la Argentina.

La diferencia principal radica en la indexación: mientras en otros países las hipotecas se otorgan con capital fijo, en la Argentina el crédito UVA ajusta por inflación, que pese a bajar de 211% a menos de 30% en dos años, aún no llega a un dígito desde hace casi dos décadas.

Pese a todo, el crédito volvió: las razones

Los especialistas coinciden en que la inflación a la baja, la mejora del salario real en dólares y una tasa que empieza a acomodarse permitieron que muchas familias vuelvan a cumplir los requisitos bancarios. Según el Banco Central, el crédito hipotecario alcanzó en octubre su mayor nivel desde 2018.

A principios de 2024, los préstamos representaban apenas el 0,04% del PBI; a fin de año se proyecta un cierre cercano al 0,5%. De acuerdo con el economista Federico Rouco, esto significará unos 40.000 nuevos propietarios.

Un mercado inmobiliario aún en valores de piso

El precio del metro cuadrado sigue siendo una de las claves para explicar el repunte. Entre 2018 y 2023 cayó entre 25% y 35% en dólares, según distintas zonas. Desde 2024 comenzó una recuperación leve: entre 3% y 12% anual en el norte del conurbano y estabilización en la Ciudad de Buenos Aires. Para los especialistas, las propiedades continúan más cerca del piso histórico que del techo, lo que genera una ventana de oportunidad.

El dilema familiar: tasa más baja o propiedad más cara

El interrogante que hoy atraviesa a muchas familias es si conviene esperar una baja adicional de las tasas, aun cuando eso pueda encarecer el valor de las viviendas. “Si la tasa cae un punto pero el metro cuadrado sube entre 5% y 10%, la espera termina siendo un mal negocio”, analizó el consultor Daniel Bryn.

Además, no se esperan recortes abruptos: la tasa del Banco Nación (UVA + 6%) ya se acerca a niveles de Chile, un país donde los créditos hipotecarios representan casi el 30% del PBI.

El horizonte de la inflación y la previsibilidad del UVA

La evolución del crédito dependerá en gran medida del sendero inflacionario. Las consultoras relevadas por el Banco Central proyectan un 30% para 2025, 19% en 2026 y 11% en 2027, con un eventual retorno al dígito recién dentro de tres años. El Gobierno, más optimista, plantea que la inflación podría “desaparecer” a mediados de 2026.

Si se consolida la desinflación, el crédito UVA podría volverse tan previsible como en Chile o Uruguay. Pero para que ese escenario sea sostenible, los ingresos familiares deberán mantenerse por encima de la inflación durante décadas, una condición que históricamente no siempre se cumplió.

Opinión pública razonada

Para buena parte de la sociedad, el renacimiento de los créditos hipotecarios funciona como un indicador más amplio: después de años de inestabilidad, algunos ciudadanos interpretan que el país empieza a recuperar cierto horizonte de previsibilidad. Sin embargo, la exigencia de ingresos crecientes atados a la inflación plantea un desafío que aún genera dudas sobre la verdadera sostenibilidad del modelo UVA en el largo plazo.

TAPA DEL DÍA