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Pergamino

Dengue bajo control, pero en guardia: Pergamino refuerza la vigilancia ante un verano clave

#Pergamino | Aunque los indicadores nacionales muestran una baja en la circulación del virus, las lluvias y el calor reactivan el riesgo sanitario. El Instituto Maiztegui, eje estratégico en la prevención y el diagnóstico en el norte bonaerense.

  • 15/12/2025 • 09:08

La llegada del verano vuelve a encender las alertas sanitarias en todo el país y Pergamino no es la excepción. El aumento de las temperaturas y las lluvias propias de esta época crean condiciones favorables para la proliferación del Aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue y otras enfermedades virales. En este escenario, las autoridades refuerzan la vigilancia epidemiológica y ponen el foco en la prevención como principal herramienta para evitar brotes.

Un informe reciente del Ministerio de Salud de la Nación analizó la evolución histórica del dengue en Argentina y proyectó distintos escenarios posibles para la temporada de mayor riesgo. El estudio, basado en la comparación de curvas epidémicas por Semana Epidemiológica, permite anticipar la magnitud de la transmisión y planificar acciones sanitarias acordes a cada contexto.

De ese análisis surgen cuatro escenarios. El primero, con menos de 20.000 casos a nivel nacional, refleja una situación de baja circulación viral y brotes acotados. El segundo, de entre 20.000 y 130.000 casos, toma como referencia la temporada 2022/2023, con un avance progresivo desde el norte hacia el centro del país. El tercero, de hasta 600.000 casos, se apoya en la intensa temporada 2023/2024, la más significativa registrada hasta el momento. El cuarto proyecta una situación extrema, con más de 600.000 casos, simulando una expansión temprana y acelerada del virus.

Los datos actuales indican que Argentina se encuentra hoy dentro del escenario más favorable. Para la Semana Epidemiológica 47 de 2025, los casos notificados muestran un descenso sostenido respecto de los picos de los años anteriores. Esta tendencia sugiere una interrupción de la transmisión autóctona continua, aunque las autoridades advierten que la situación exige cautela y seguimiento permanente.

La experiencia reciente demuestra que la baja circulación no elimina el riesgo. Las condiciones ambientales, sumadas a factores sociales y al posible ingreso de nuevos serotipos desde otros países, obligan a sostener una vigilancia activa. En la región ya existen antecedentes que refuerzan esta mirada: San Nicolás atravesó brotes de dengue en temporadas pasadas y Pergamino registró circulación de chikungunya en 2023.

El contexto regional también suma elementos de atención. La Organización Panamericana de la Salud emitió alertas por el aumento de casos de chikungunya y Oropouche en distintos países de América durante 2025. Bolivia, Brasil y Perú reportaron incrementos significativos, lo que refuerza la necesidad de un control coordinado y una respuesta temprana.

En este entramado, el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas Doctor Julio Maiztegui cumple un rol estratégico. Con sede en Pergamino, el organismo es referencia nacional en el diagnóstico y la caracterización de agentes virales. Su directora, Alejandra Morales, destacó el trabajo articulado que se viene desarrollando en todo el país.

“Desde el Instituto coordinamos el componente laboratorio a nivel nacional, participamos del abordaje clínico y formamos parte del comité de análisis de mortalidad por dengue. Contamos con un plan de acción integrado que incluye múltiples líneas de trabajo”, explicó. En ese marco, se anunció la compra de reactivos por más de 1.300 millones de pesos para fortalecer la red nacional de laboratorios a partir de enero.

Además, se amplió la capacidad diagnóstica en hospitales provinciales del norte bonaerense, incorporando nuevos laboratorios en Carmen de Areco y Zárate, que se suman a los ya existentes en San Nicolás y Pergamino. El objetivo es mejorar la respuesta regional y sostener al Maiztegui como centro de referencia, confirmando y caracterizando posibles agentes de brotes o epidemias.

Las autoridades coinciden en que, más allá de los indicadores alentadores, la prevención sigue siendo decisiva. Eliminar recipientes con agua acumulada, mantener patios y espacios limpios y sostener hábitos simples en los hogares puede marcar la diferencia.  

Opinión pública

La experiencia reciente deja una enseñanza clara: cuando el sistema de salud se anticipa y la comunidad acompaña, el impacto del dengue puede reducirse de manera significativa. La baja actual no debería generar relajamiento, sino consolidar una cultura preventiva que permita atravesar el verano con responsabilidad y sin sobresaltos. En salud pública, la guardia baja casi siempre llega demasiado tarde.

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