Tecnologia

Los adolescentes y el fin de la llamada telefónica: cómo la mensajería reconfigura la comunicación actual

Un estudio revela que la generación joven prefiere los mensajes escritos sobre las llamadas, marcando un cambio profundo en la interacción digital que desafía las normas tradicionales y redefine la cortesía en la era hiperconectada.

  • 11/08/2025 • 07:58

TAPA DEL DÍA - En la actualidad, resulta cada vez más común que los adolescentes opten por evitar las llamadas telefónicas y prefieran la comunicación escrita. Este fenómeno, lejos de ser un simple capricho generacional, representa una transformación profunda en las reglas que rigen la interacción social entre jóvenes, como destaca un estudio reciente de The Conversation.

La gestión del tiempo personal y la ansiedad ante la inmediatez son dos factores clave que explican esta tendencia. Según el informe, los adolescentes entre 13 y 18 años reservan las llamadas solo para emergencias o situaciones familiares ineludibles, mientras que la mayoría de los diálogos, incluso los cargados emocionalmente, se canalizan a través de mensajes escritos o notas de voz.

Este cambio está acompañado por una redefinición de la etiqueta digital. Para los jóvenes, una llamada telefónica inesperada puede generar presión y ansiedad, al exigir respuestas inmediatas y sin margen para la reflexión. En contraste, la mensajería instantánea ofrece flexibilidad, permite pensar antes de contestar y brinda mayor control sobre el momento y el contenido de la comunicación.

Fuentes como The Guardian y el Pew Research Center coinciden en que más del 70% de los jóvenes elige los mensajes de texto como canal preferido, valorando especialmente la privacidad y la posibilidad de manejar sus emociones sin exposición pública.

Un gesto habitual que refleja la nueva cortesía digital es enviar un mensaje previo para pedir permiso antes de realizar una llamada, lo que los adolescentes consideran un acto de respeto mutuo.

Este fenómeno puede resultar desconcertante para muchas familias. Para generaciones anteriores, no contestar una llamada podía interpretarse como una falta de atención o incluso una ofensa. Sin embargo, hoy el silencio o la demora se entienden como formas legítimas de proteger el tiempo personal y marcar límites en la convivencia.

Los expertos recomiendan adaptar las formas de comunicación, sustituyendo las llamadas insistentes por mensajes breves o emojis que expresen interés sin invadir el espacio del otro. Esta adaptación no solo reduce la ansiedad sino que fortalece la confianza y el entendimiento mutuo.

En definitiva, la invitación es a reconocer y respetar las nuevas reglas que regulan la comunicación juvenil. Lejos de representar una brecha, estas diferencias pueden transformarse en puentes para una convivencia más empática y enriquecedora en la era digital.


Opinión pública: La transición hacia la mensajería como medio principal de diálogo refleja una búsqueda legítima de autonomía y bienestar emocional entre los jóvenes. Este cambio no implica menos afecto ni interés, sino una adaptación necesaria a los tiempos actuales. Las familias que logren entender y aceptar estas nuevas dinámicas estarán mejor posicionadas para construir vínculos más sólidos y respetuosos con sus hijos.

TAPA DEL DÍA