En un nuevo capítulo de la fractura que atraviesa a la máxima cúpula del poder, Javier Milei y Victoria Villarruel volverán a mostrar distancia este Día de la Bandera. El Presidente conducirá la ceremonia oficial este viernes a las 11 en el Campo Argentino de Polo junto a ministros y funcionarios de su círculo más cercano. En paralelo, la Vicepresidenta viajará a Rosario para compartir el acto con el gobernador santafesino, Maximiliano Pullaro. Fuentes de la Casa Rosada confirmaron que no existe intención de enviar invitación alguna a la titular del Senado. “No la vamos a invitar, la relación está rota”, sostienen sin rodeos en despachos oficiales. La tensión entre ambos no es nueva. El último gesto de frialdad se vio el pasado 25 de mayo, cuando Milei evitó saludarla en la Catedral Metropolitana durante el Tedeum y la excluyó de la caminata oficial desde la Casa Rosada. Tras aquel episodio, el Presidente apuntó sin filtro: “Roma no paga traidores”. Los roces se multiplicaron desde la apertura de sesiones ordinarias del 1 de marzo, donde Milei interrumpió públicamente a Villarruel y la desautorizó cuando ella quiso cerrar la asamblea legislativa. Desde entonces, la Vicepresidenta quedó al margen de reuniones de gabinete y del armado político centralizado por Karina Milei. En el oficialismo desconfían de la línea propia que Villarruel intenta sostener, marcada por posturas que contradicen iniciativas clave del Ejecutivo, como la controvertida habilitación a las Fuerzas Armadas para actuar dentro del territorio nacional contra amenazas no estatales. La distancia institucional se refleja además en el escaso margen de coordinación legislativa. La mesa política de Balcarce 50 optó por mantenerla al margen de las negociaciones parlamentarias, criticándola por su rol en el reciente rechazo al pliego de Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema. El próximo cruce cara a cara será inevitable: Guillermo Francos, jefe de Gabinete, expondrá el informe de gestión el 25 de junio en el Senado, con Villarruel presidiendo la sesión. Hasta entonces, la grieta interna promete nuevos capítulos, aún en fechas patrias. Diario Tapa Del Día | TAPA DEL DÍA Opinión pública: En un contexto social cada vez más sensible, que los máximos representantes del Gobierno celebren separados una fecha de unión nacional como el Día de la Bandera deja un mensaje inquietante: la grieta política puede más que los símbolos patrios.