TAPA DEL DÍA - El Gobierno nacional decidió romper su estrategia de indiferencia y salió con todo contra la CGT en la previa del paro general convocado para mañana, que promete dejar sin transporte ni servicios esenciales a millones de argentinos. Lo que hasta ayer era un ninguneo calculado hacia los sindicalistas cambió drásticamente esta mañana, cuando el presidente Javier Milei y sus principales funcionarios iniciaron una embestida coordinada contra el triunvirato cegetista. Tras una jornada marcada por traspiés legislativos -la fallida sesión por los jueces de la Corte y otro revés en Diputados-, el oficialismo pivotó su atención hacia la huelga. “No me interesa el paro”, había dicho el lunes, con palabras más subidas de tono, un estrecho colaborador de Milei. Sin embargo, hoy la postura cambió: “Mañana se va a ver quiénes son la casta”, lanzó el mismo asesor, dejando entrever que el Ejecutivo ve en la medida de fuerza una oportunidad para exponer a sus detractores. El propio Milei, que hoy viajó sorpresivamente a Paraguay para un encuentro con Santiago Peña, marcó el tono desde temprano con reposteos en X de opiniones alineadas con su visión. En paralelo, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el vocero presidencial, Manuel Adorni, tomaron los micrófonos de las principales radios para reforzar la ofensiva. Francos fue más allá y agitó el fantasma de la reforma laboral, un proyecto que el oficialismo no logró imponer y que ahora resurge como advertencia. “La CGT sabe que se vienen reformas. Cuando tengamos los números en el Congreso, vamos a insistir con lo que frenaron en el DNU 70”, aseguró en radio Rivadavia. En la Casa Rosada insisten en calificar el paro como “político” y lo vinculan a una supuesta defensa de privilegios sindicales. Adorni, fiel a su estilo, apuntó contra los gremialistas: “Hablan de poder adquisitivo, pero nadie lo destrozó más que Alberto Fernández, y a él no le hicieron ni un solo paro”. Desde el entorno presidencial, Javier Lanari, segundo de Adorni y operador en las redes, también se sumó al ataque: “El paro no daña a Milei, daña a los trabajadores. Es una extorsión de la casta sindical para mantener sus Audis blindados”, escribió en X, mensaje que el Presidente amplificó. TAPA DEL DÍA - A horas de que el país se detenga, el Gobierno parece haber encontrado en la confrontación con la CGT una nueva bandera para su relato. Lejos de apaciguar las aguas, la amenaza de una reforma laboral y el tono beligerante marcan un punto de inflexión: la batalla con los sindicatos está más viva que nunca. www.tapadeldia.com