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La ofensiva silenciosa de Milei: entre visiones mesiánicas, represión laboral y maniobras en la Justicia

El Presidente Javier Milei avanza con una agenda que combina intervenciones simbólicas, decretos que restringen derechos fundamentales y una sutil pero decisiva reestructuración del poder judicial. TAPA DEL DÍA analiza cómo su visión del mundo, influenciada por creencias místicas, choca con los límites institucionales y revela una estrategia profunda para blindar su poder.

  • 01/06/2025 • 20:57

La ofensiva silenciosa de Milei: entre visiones mesiánicas, represión laboral y maniobras en la Justicia

Por Redacción del Diario Tapa Del Día

En 1897, James Ensor pintó La muerte y las máscaras, una obra que esta semana fue intervenida por el artista argentino Navaja para representar una alegoría inquietante: la del Presidente Javier Milei como un solitario destructor de los rostros del poder tradicional. La pieza, más que una provocación artística, parece describir con precisión quirúrgica la estrategia política del mandatario argentino.

Las primeras “máscaras” apuntadas son conocidas: los primos Maurizio y Jorge Macri. Este último, alcalde de la Ciudad de Buenos Aires, ya se vio forzado a realizar una reforma en su gabinete y despedir a su asesor de comunicación, el catalán Antoni Gutiérrez Rubí, cuya contratación había negado públicamente. Pero el objetivo final de Milei no se detiene ahí: busca desmantelar las estructuras del peronismo, con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador Axel Kicillof como próximos blancos simbólicos.

Mientras tanto, la economía mantiene su precario equilibrio. Esta semana se vivió una huelga masiva en el Hospital Garrahan, institución clave en la atención pediátrica del país, y que atiende a más de la mitad de los niños con cáncer en Argentina. La medida expuso un clima social cada vez más tenso. A esto se sumó la protesta de productores yerbateros en Misiones, que obligó a reforzar la seguridad de Karina Milei y Martín Menem.

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional tampoco resiste la realidad: el gobierno no podrá cumplir los compromisos y ya busca un waiver. Para contener el dólar, emite bonos con tasas desorbitadas que aumentan la deuda pública. La lógica es simple: mantener la inflación a raya hasta octubre, apostando a una victoria electoral como salvavidas político.

Este enfoque encuentra su explicación más nítida en el libro Las fuerzas del cielo de Juan Luis González, donde se describe el perfil mesiánico del Presidente. Según el autor, Milei se considera un elegido divino, dotado de poderes sobrenaturales y acompañado espiritualmente por su perro Conan, a quien cree reencarnado en un clon y a la vez presente junto a Dios. Su hermana Karina es vista como una suerte de Moisés, capaz de hablar con lo divino. No es metáfora: es la convicción íntima del hombre más poderoso del país.

Pero la religión política de Milei se enfrenta, cada vez más, con la realidad institucional. El Congreso ya le negó dos veces su voluntad: primero, al rechazar su DNU presupuestario; luego, al tumbar las designaciones de sus candidatos a la Corte Suprema. A esto se suma el fallo de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo que declaró inconstitucionales varios artículos del DNU 70/23 por violar derechos laborales fundamentales.

Lejos de replegarse, el Gobierno profundizó su embestida con el decreto 340/25. Esta nueva normativa amplía las “actividades esenciales” e “importancia trascendental”, restringiendo el derecho a huelga en sectores que incluyen salud, educación, transporte, medios de comunicación, comercio de alimentos y servicios bancarios. De este modo, se restringe un derecho consagrado por la Constitución y los tratados internacionales.

La urgencia del Ejecutivo, sin embargo, se concentra en otro frente: el judicial. Particularmente, en controlar las fiscalías que instruyen causas sensibles. El macrismo dejó una impronta poderosa en la justicia federal de primera instancia, la misma que ahora podría volverse contra el nuevo oficialismo. Por eso, el gobierno de La Libertad Avanza impulsa un viejo proyecto: implementar a nivel nacional el sistema acusatorio, donde los fiscales asumen el rol principal en la investigación penal.

Esto solo será posible si logra designar un Procurador General afín, reemplazando al interino Eduardo Casal, que lleva más de ocho años en el cargo. Mientras tanto, el Ministerio de Justicia, liderado por Mariano Cúneo Libarona, intenta trasladar las fiscalías porteñas desde los tribunales de Retiro hacia el predio de la EXMA, una medida que ya ha generado resistencias dentro del Ministerio Público Fiscal.

La tensión recuerda a lo ocurrido en 1999, cuando el entonces procurador Nicolás Becerra intentó descentralizar las fiscalías. El rechazo fue casi unánime. Hoy, la historia parece repetirse, aunque bajo un nuevo paradigma político y con un liderazgo presidencial que no oculta su voluntad de concentrar poder.

En medio de una Argentina marcada por la incertidumbre y el malestar social, TAPA DEL DÍA seguirá informando con seriedad, profundidad y compromiso sobre los movimientos de un gobierno que se propone cambiarlo todo, incluso los fundamentos del sistema republicano.

¿Conan o la Constitución?

La pregunta final que se desprende del análisis de González y del rumbo político actual no es menor: ¿Qué sucederá cuando el elegido por “el Uno” deba enfrentarse con los límites impuestos por la Constitución? ¿Será la institucionalidad o su fe en Conan y Karina Milei la que defina el rumbo del país?

Opinión: La verdadera amenaza no radica en las excentricidades personales del Presidente, sino en el aparato normativo que está montando bajo su narrativa mística. Si la democracia no se defiende con hechos y decisiones firmes, quedará reducida a una máscara más en el cuadro de Ensor.