El transporte público de Pergamino vive horas decisivas. La emblemática empresa La Nueva Perla, que conecta barrios y zonas periféricas, enfrenta una caída cercana al 30% en la cantidad de usuarios respecto a los niveles anteriores a la pandemia, según confirmó Alfredo González, representante de la firma, en diálogo con medios locales. “No hemos podido recuperar el nivel de pasajeros de antes de la pandemia”, reconoció González, al tiempo que adelantó que la compañía estudia ajustes en horarios y recorridos para sostener la prestación del servicio en un contexto adverso. Las causas de la caída son múltiples. Al aumento sostenido del precio del boleto se suman la proliferación de motos, bicicletas y otras formas de movilidad individual, que ganan terreno frente al colectivo tradicional. Este fenómeno replica lo que ocurre en otras ciudades intermedias como Junín y Chivilcoy. En paralelo, el escenario económico nacional complica aún más la situación: la combinación de menor demanda, costos operativos en alza y subsidios que no alcanzan para cubrir el déficit, amenaza la sustentabilidad del sistema. “Estamos en un equilibrio cada vez más frágil”, admitieron voceros de la empresa. Como posible paliativo, se analiza la incorporación del pago digital mediante código QR y otras mejoras tecnológicas para agilizar el servicio y seducir a los usuarios. Sin embargo, hasta el momento, no se han implementado cambios concretos. En las calles de Pergamino, vecinos consultados por TAPA DEL DIA coinciden en que la baja frecuencia y la falta de renovación de unidades explican parte del abandono del colectivo como medio de transporte habitual. El futuro del transporte urbano en la ciudad queda así sujeto a decisiones urgentes: una reconfiguración del servicio o un eventual retiro de unidades podría impactar de lleno en miles de pasajeros que aún dependen del colectivo para ir a trabajar o estudiar. TAPA DEL DIA Opinión pública: La crisis del transporte urbano expone un problema de fondo: la falta de políticas locales de movilidad sostenible. Sin un plan integral que contemple tarifas, subsidios y alternativas modernas, ciudades como Pergamino corren el riesgo de profundizar la desigualdad en el acceso a servicios básicos de traslado.