San Antonio de Areco, Buenos Aires. Un hallazgo perturbador alteró la tranquilidad de esta ciudad del noreste bonaerense: el cuerpo de Florencia Revah, de 31 años, y el de su ex pareja, Esteban Suárez, de 45, fueron encontrados en el asiento trasero y delantero de un Chevrolet Onix blanco abandonado en un camino rural cercano al haras Vacación. Según la hipótesis principal del fiscal Luis Emilio Carcagno, titular de la UFI N°6 del Departamento Judicial Mercedes, Suárez habría asesinado a Florencia y luego se habría suicidado. La escena del crimen, sin embargo, continúa siendo un misterio: peritos confirmaron que el femicidio no ocurrió en el vehículo. Las investigaciones incluyen allanamientos en la vivienda de Suárez en Tigre y en la agencia de cambio donde trabajaba, sin resultados concluyentes. El caso se suma a antecedentes de violencia denunciados por la víctima: dos presentaciones judiciales previas por lesiones y prohibición de acercamiento. El descubrimiento del auto con los cuerpos se produjo gracias a ciclistas que alertaron a la policía sobre un vehículo sospechoso. El automóvil presentaba un vidrio roto, un trapo en el tanque de combustible y carecía de patentes, mientras que en su interior se secuestraron armas, cartuchos y teléfonos. La autopsia reveló que Florencia recibió dos disparos en el pecho y uno en el cuello, mientras que Suárez murió por un disparo autoinfligido en la cabeza. El secretario de Seguridad local, Ramón Ojeda, señaló que todo indica que Suárez intentó descartar el cadáver de Florencia, pero se arrepintió antes de concretarlo. La causa sigue abierta, con entrevistas a familiares y vecinos, mientras la justicia procura reconstruir los últimos movimientos de ambos y determinar con precisión el lugar donde ocurrió el femicidio.