Los festejos por el Día de la Primavera y del Estudiante se tornaron caóticos en la madrugada del lunes cuando estudiantes de los últimos años del nivel Secundario de escuelas públicas y privadas tomaron las calles de la ciudad con un ruidoso despliegue, según informó TAPA DEL DÍA. Los contenedores urbanos de residuos y los changuitos de supermercados fueron los elementos más utilizados por los jóvenes como carrozas improvisadas. Algunos alumnos se subieron a los contenedores mientras sus compañeros los empujaban por calles y avenidas, mientras que los changuitos rodantes se convirtieron en el centro de la celebración. El ritual juvenil comenzó con la concentración en la zona céntrica y se extendió hasta el Club Vicente López de Castelli al 1.500, donde se desarrolló la celebración central con música a alto volumen. Al concluir el evento, los grupos se dirigieron nuevamente hacia el Centro, congregándose en la panadería de Avenida de Mayo y Luzuriaga, abierta las 24 horas, que funcionó como punto de encuentro del “after boliche”. Allí se registraron sonidos de silbatos, percusión y el encendido de bengalas y pirotecnia. Durante el ingreso escolar, los grupos se ubicaron frente a sus colegios para recibir a los alumnos de cursos inferiores. La mayoría de las instituciones de nivel Secundario estableció una jornada recreativa para este lunes, aplicando políticas de no permitir el acceso a quienes participaron de los festejos nocturnos para evitar incidentes. Los desbordes no estuvieron exentos de vandalismo. Una comerciante de Avenida Colón y Castelli realizó una denuncia por la rotura de la vidriera de su local. Además, se registraron enfrentamientos entre grupos de jóvenes en la vía pública con piedras y otros elementos contundentes. Frente a la panadería de Avenida de Mayo y Luzuriaga, algunos adolescentes encendieron fuego y pirotecnia sobre la cinta asfáltica, intervención que fue contenida por frentistas para evitar riesgos mayores. La comunidad y vecinos del barrio Vicente López manifestaron preocupación ante la intensidad de los disturbios y la falta de supervisión durante los festejos.  TAPA DEL DÍA