TAPA DEL DÍA El universo sindical argentino se sacude ante movimientos inéditos en la cúpula de Camioneros. Hugo Moyano, líder histórico del gremio, decidió desplazar a varios de sus principales colaboradores, en un contexto marcado por la creciente tensión con su hijo Pablo y por investigaciones judiciales que comprometen a la organización. Hace una semana, padre e hijo se reunieron a solas durante dos horas en un lugar poco convencional: una sala de sepelios en Tacuarí al 400, donde velaban a Olga Beatriz Mariani, ex esposa de Hugo y madre de Pablo, Karina, Paola y Emiliano Moyano. El encuentro, el primero desde el 9 de julio, desató especulaciones sobre la estrategia sindical y familiar que definiría los pasos inmediatos del gremio. En las horas siguientes, Hugo Moyano desplazó a Paulo Villegas, secretario Tesorero, y a Claudio Balazic, secretario Administrativo. Además, se informó sobre la remoción de Alejandro Vanati y otro dirigente no identificado, mientras crecen los rumores sobre posibles movimientos contra Marcelo “Feúcho” Aparicio y Oscar “Chuky” Borda, figuras centrales de la estructura sindical y reconocidos por su cercanía con Pablo Moyano. El trasfondo de los desplazamientos está vinculado a una denuncia judicial por un presunto fraude millonario en el Hotel 15 de Diciembre, propiedad del gremio en Mar del Plata, realizada por Héctor “Yoyo” Maldonado. La causa, que podría superar los 10 millones de dólares, involucraría a dirigentes y al gerente del hotel. Sin embargo, para expertos sindicales, la acción de Hugo podría haber sido también un movimiento estratégico para neutralizar a seguidores de su hijo dentro del gremio. El enfrentamiento familiar se combina con la política interna: mientras Pablo se centra en la gestión deportiva del club Deportivo Camioneros, Hugo impulsa a Octavio Argüello como posible sucesor en el gremio y favorece a otros hijos, incluyendo la candidatura de “Huguito” como diputado nacional y la proyección de Jerónimo en la estructura sindical. Esta dinámica ha incrementado la tensión y el sentimiento de “caza de brujas” entre los allegados a Pablo. El sindicato vive un clima de incertidumbre, en el que antiguos aliados observan con preocupación movimientos que podrían marcar un cambio histórico en la conducción de Camioneros. La relación entre Hugo y Pablo sigue siendo clave, mientras la Justicia y los rumores internos amplifican el impacto de cada decisión. Para los analistas, esta serie de desplazamientos y disputas familiares simboliza un posible declive del liderazgo todopoderoso de Hugo Moyano, que hasta ahora nunca había tenido que disciplinar de manera tan directa a su equipo. TAPA DEL DÍA Opinión pública: La combinación de denuncias judiciales y tensiones familiares podría cambiar el mapa sindical argentino, generando un debate sobre la consolidación del poder en los gremios y la sucesión generacional dentro de Camioneros.
