TAPA DEL DÍA El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció este miércoles una reducción de tres puntos en la tasa de interés conocida como “simultánea”, que pasó del 25% al 22%. La medida busca dinamizar la actividad económica mediante un mayor acceso al crédito en pesos, especialmente después de la finalización de las elecciones legislativas que dejaron un panorama de menor incertidumbre financiera. Esta decisión se produce en un contexto de estabilidad cambiaria, con el dólar minorista operando cerca de los $1500, y una caída del riesgo país. La baja de la tasa se trasladará al costo de los préstamos y de la caución bursátil, que actualmente opera en torno al 20%, generando un efecto expansivo sobre el crédito para empresas y particulares. Analistas del sector destacaron que, tras meses de retroceso en la demanda de crédito, la medida puede fomentar un repunte significativo. “Con la normalización posterior a las elecciones, la reducción de tasas en pesos y la menor incertidumbre cambiaria, esperamos que el crédito retome impulso, reactivando la creación endógena de dinero”, señaló un informe de la consultora Outlier. La tasa simultánea, instrumento clave del BCRA, es la que se paga a los bancos por tomarles los pesos excedentes a un día. Su última modificación había sido en septiembre, cuando pasó de 35% a 25%, luego de los anuncios de apoyo financiero del Tesoro de Estados Unidos. El recorte, además de impulsar el crédito, tiene como efecto secundario la reducción de la rentabilidad de los plazos fijos, cuentas a la vista y fondos de inversión. La tasa de depósitos mayoristas (Tamar) bajó a un rango de 36% a 37%, desde un promedio de 49% registrado la semana pasada. Según expertos, si la estabilidad financiera persiste y se mantiene la tendencia de tasas más bajas, la medida podría incentivar la inversión y la actividad productiva sin generar un impacto significativo en la cotización del dólar. Opinión pública: Analistas financieros y economistas coinciden en que la decisión del BCRA podría convertirse en un punto de inflexión para la economía real, estimulando la demanda interna y favoreciendo un repunte del crédito que durante los meses previos se había visto retraído. TAPA DEL DÍA