TAPA DEL DÍA — Un episodio inesperado volvió a poner bajo la lupa el funcionamiento de los calabozos de la Comisaría Tercera. El hombre de 41 años detenido por el hurto de una bicicleta en la zona céntrica fue trasladado este domingo al Hospital San José luego de ingerir pequeños objetos metálicos que habría desprendido de la reja interna del sector de celdas. El hecho encendió las alarmas entre el personal policial y derivó en la intervención sanitaria de urgencia. El incidente se registró por la tarde, cuando otros internos alertaron a los agentes sobre el comportamiento del detenido. Según consta en el acta de procedimiento, el hombre manifestó encontrarse bajo tratamiento psiquiátrico y haber solicitado medicación recientemente, aunque sin presentar una prescripción vigente. Esta situación motivó la presencia inmediata del SAME, que lo trasladó al centro de salud para estudios de complejidad. En el Hospital San José se le realizaron placas, ecografías y una tomografía que confirmaron la presencia de tres pequeños fragmentos metálicos en el intestino delgado. De acuerdo al informe del médico policial, el paciente no presentaba hemorragias ni lesiones de gravedad, pero igualmente quedó internado en una sala de clínica intermedia para una evaluación más exhaustiva por parte del equipo médico del HIGA. Desde la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 5 ordenaron iniciar actuaciones por el episodio, solicitar declaraciones testimoniales al personal de guardia y avanzar con las diligencias de rigor. Pese a lo ocurrido, el detenido continúa alojado en la Comisaría Tercera bajo estricta custodia. TAPA DEL DÍA pudo reconstruir además las circunstancias que derivaron en su aprehensión inicial. El individuo había sido detenido el jueves previo, luego de que las cámaras del quiosco Tik Tok, ubicado sobre Avenida de Mayo entre Alem y San Nicolás, registraran el momento exacto en el que sustraía una bicicleta todo terreno marca Nordic, negra y rodado 29. Minutos después, la brigada motorizada de la UPPL logró interceptarlo en inmediaciones de calle Córdoba, en el barrio Acevedo. Este nuevo incidente dentro de un ámbito de encierro vuelve a abrir el debate sobre las condiciones de alojamiento y la necesidad de reforzar los protocolos de salud mental para personas privadas de la libertad. En la opinión pública local, el caso despertó preocupación por los reiterados episodios que se registran en dependencias de la región y el rol que deben asumir los organismos de control para prevenir situaciones de riesgo. TAPA DEL DÍA