TAPA DEL DÍA — El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, afrontará este miércoles una jornada parlamentaria decisiva. Tras semanas de negociaciones, el mandatario volverá a impulsar la aprobación de la Ley de Financiamiento, un proyecto que desde el oficialismo definen como determinante para sostener la gestión y garantizar las obligaciones financieras sin afectar áreas sensibles como salud y educación. Si se logran los consensos, la Legislatura avanzará con una doble sesión: primero en la Cámara de Diputados y luego en el Senado. Para dar luz verde al endeudamiento, el Ejecutivo necesita alcanzar los dos tercios del recinto, una barrera que ya frenó el tratamiento en dos oportunidades. Durante una conferencia de prensa brindada este lunes, Kicillof remarcó: “Todavía queda pendiente la Ley de Financiamiento, que es fundamental para que la provincia pueda seguir cumpliendo con sus obligaciones sin agravar las privaciones de los bonaerenses que están siendo golpeados por el modelo económico nacional”. El Gobernador volvió a dirigirse especialmente a los intendentes. Allí explicó que se plantea la creación de un fondo equivalente al 8% del monto total del endeudamiento, a distribuir entre los 135 municipios. Además, adelantó que se garantizarán $250 mil millones en cinco pagos fijos, independientemente del nivel de colocación de deuda. Ese mensaje no fue casual. El reparto de fondos se convirtió en la principal moneda de negociación con los jefes comunales, pero no fue el único punto de conflicto: también surgieron tensiones por la distribución de lugares en el directorio del Banco Provincia, que podría ampliarse de 8 a 12 integrantes. “La Legislatura debe decidir para evitar más sufrimiento del pueblo”, sostuvo Kicillof. En su entorno aseguran que “el miércoles sale sí o sí”, aunque desde la oposición mantienen reservas. La semana pasada, pese a que el oficialismo logró la aprobación del Presupuesto y la Ley Fiscal, los votos para el Financiamiento volvieron a faltar. Desde sectores radicales cuestionaron que el Ejecutivo “no cede nada” respecto al reparto de fondos y a la ampliación del directorio del Banco Provincia. Según fuentes provinciales, el mayor nudo de conflicto continúa siendo la distribución del fondo del 8%. Mientras el Gobierno propone un criterio objetivo basado en el CUD, la oposición reclama un fideicomiso administrado por una bicameral que permita decisiones más flexibles. En las reuniones participan figuras de peso del oficialismo, entre ellos el ministro Gabriel Katopodis, el intendente Mariano Cascallares, Agustina Vila y la vicegobernadora Verónica Magario. La presión de los intendentes radicales Los intendentes opositores también exigieron cambios en los plazos: mientras el Ejecutivo plantea cinco cuotas, desde el radicalismo reclaman tres, con la última a pagar en diciembre. En un comunicado, el Foro de intendentes radicales pidió que los fondos “sean de libre disponibilidad y distribuidos en función de parámetros objetivos como el CUD”. Además, remarcaron la necesidad de sostener mecanismos de diálogo institucional. Varios de ellos participaron de la conferencia encabezada por Kicillof, en un gesto que busca mantener canales abiertos mientras continúa una negociación que definirá el futuro inmediato de la administración provincial. Esta tensión creciente, que se desarrolla bajo la mirada atenta de todo el arco político, vuelve a colocar a la Legislatura en el centro de un escenario donde se combinan urgencias financieras, disputas territoriales y una interna oficialista en pausa, pero latente. Opinión pública La presión por la Ley de Financiamiento exhibe una provincia donde las urgencias económicas chocan con una arquitectura política fragmentada. Lo que ocurra este miércoles no solo definirá el margen de acción del Ejecutivo: también mostrará si la dirigencia bonaerense es capaz de acordar reglas claras para enfrentar un año que será crítico en lo económico y exigente en lo social. TAPA DEL DÍA — www.tapadeldia.com
