Un episodio de extrema tensión se registró en la noche del martes en el puente del Arroyo que conecta las avenidas Colón e Intendente Ernesto Illia, donde un hombre atravesó una grave crisis emocional e intentó arrojarse al cauce. El hecho ocurrió alrededor de las 22 y generó preocupación entre quienes circulaban por la zona. Vecinos que advirtieron la situación intervinieron de inmediato, lograron contener al hombre y dieron aviso al sistema de emergencias 911, una acción clave que permitió evitar una tragedia. Minutos después arribó al lugar personal del Comando de Patrulla, que encontró al individuo en un estado de profunda vulnerabilidad. Los efectivos iniciaron un diálogo prudente y sostenido, orientado a persuadirlo y garantizar su seguridad. Gracias a esa intervención inicial, el hombre desistió de arrojarse. Sin embargo, durante el procedimiento la situación se tornó más compleja. El sujeto comenzó a mostrarse alterado y adoptó una conducta agresiva, lo que obligó a los uniformados a reducirlo para resguardar su integridad física y la del personal interviniente, evitando que el episodio escalara a consecuencias mayores. Una vez controlado el escenario, una ambulancia del SAME trasladó al hombre al Hospital San José, donde quedó internado y bajo la atención de profesionales del área de Salud Mental, conforme a los protocolos establecidos para este tipo de crisis. Según se pudo establecer posteriormente, el individuo se encontraba bajo los efectos de estupefacientes al momento del hecho, una circunstancia que habría influido en su comportamiento y en la escalada de tensión registrada durante la intervención. El caso quedó documentado y se dio intervención a los organismos correspondientes para el seguimiento sanitario y judicial. TAPA DEL DÍA  Opinión pública: Episodios como este vuelven a poner en agenda la importancia de la detección temprana de las crisis emocionales y del compromiso social ante situaciones límite. La reacción solidaria de los vecinos y la activación rápida de los protocolos muestran que, frente a la urgencia, la comunidad y el Estado pueden actuar de manera coordinada para evitar desenlaces irreversibles.