TAPA DEL DÍA – La desigualdad educativa en Argentina alcanza un punto alarmante en la enseñanza de matemática, donde apenas el 5% de los estudiantes más vulnerables logra alcanzar los contenidos mínimos al finalizar la secundaria. La situación fue revelada por el Indicador de Desigualdad de Aprendizajes, elaborado por la Escuela de Educación de la Universidad Austral a partir de los resultados de las pruebas Aprender. El informe, a cargo de las investigadoras Eugenia Orlicki y Cecilia Adrogué, muestra un retroceso sostenido en los niveles de aprendizaje durante la última década. En 2016, un 13% de los alumnos más vulnerables alcanzaba los estándares mínimos frente a un 54% de los menos vulnerables; en 2024, estas cifras se redujeron drásticamente al 5% y 28% respectivamente. La brecha educativa se amplió y los especialistas advierten que esto compromete gravemente las oportunidades futuras de estos estudiantes. “El gran desafío está en matemática, porque no se trata solo de desigualdad: se trata de un retroceso general en el nivel de logros tanto en primaria como en secundaria”, señaló Cecilia Adrogué, doctora en Economía y profesora de la Universidad Austral. Los datos muestran que más de la mitad de los estudiantes de quinto y sexto año (54,6%) no alcanzó siquiera el nivel básico en esta materia, mientras que solo un 14,2% logró un desempeño satisfactorio y ningún alumno alcanzó resultados avanzados. El panorama difiere en lengua, donde la brecha entre estudiantes vulnerables y no vulnerables se mantiene relativamente estable. En 2024, el 43% de los más vulnerables logró los aprendizajes mínimos, frente al 72% de los sectores más acomodados, mostrando solo una ligera variación respecto a 2016. Orlicki, doctora en Economía especializada en educación, remarcó la urgencia de implementar políticas focalizadas: “De cada cinco alumnos menos vulnerables que alcanzan los aprendizajes mínimos, apenas uno pertenece al grupo de los más vulnerables. Esa cifra es alarmante y evidencia la necesidad de estrategias específicas que prioricen la equidad educativa.” El informe concluye que los problemas en matemática comienzan desde primaria y se profundizan en secundaria, destacando la necesidad de políticas que garanticen el aprendizaje desde los niveles iniciales. La situación plantea un desafío nacional para revertir la caída en los logros y cerrar la brecha que separa a los estudiantes más vulnerables de sus pares. Opinión pública: Los resultados del informe podrían generar un fuerte debate sobre la efectividad de las políticas educativas actuales y la necesidad de intervenciones urgentes que prioricen la matemática como asignatura crítica. La percepción social sobre la calidad educativa se ve afectada, reforzando la demanda de medidas inmediatas para evitar que la desigualdad siga creciendo. TAPA DEL DÍA