TAPA DEL D&Iacute;A Maximiliano S&aacute;nchez ten&iacute;a todo lo que muchos consideran &eacute;xito: a los 22 a&ntilde;os, ocupaba un puesto de gerencia en una empresa de turismo en Mar del Plata y cobraba 5000 d&oacute;lares mensuales. Sin embargo, la estabilidad econ&oacute;mica no pudo llenarlo. La b&uacute;squeda de un prop&oacute;sito m&aacute;s profundo lo llev&oacute; a tomar una decisi&oacute;n radical: renunciar a su trabajo, vender todas sus pertenencias y dedicarse a la bioconstrucci&oacute;n. &ldquo;Hay que saltar porque siempre hay una red. Val&iacute;a m&aacute;s lo que yo quer&iacute;a hacer en el d&iacute;a; era m&aacute;s grande que la plata que entraba en el mes. Ten&iacute;a una convicci&oacute;n muy grande&rdquo;, relat&oacute; Maximiliano en una entrevista con TN. Nacido en Tandil, Maximiliano creci&oacute; en una casa de barro construida por sus abuelos, rodeado de naturaleza y vida simple. Esa conexi&oacute;n con la tierra y la construcci&oacute;n artesanal qued&oacute; grabada en &eacute;l y m&aacute;s tarde ser&iacute;a el motor de su cambio de vida. Tras dejar el mundo corporativo, vendi&oacute; todo lo que ten&iacute;a y recibi&oacute; apoyo de amigos para los primeros meses. Su primera casa fue de paja encofrada, y luego descubri&oacute; el Cob, t&eacute;cnica ancestral que combina tierra, arena, agua y paja para construir viviendas sostenibles y duraderas. Hoy, su proyecto va m&aacute;s all&aacute; de construir casas: ense&ntilde;a, forma comunidades y genera empleo. Su equipo base es de cuatro personas y se expande seg&uacute;n la demanda, mientras que los cursos online y presenciales que ofrece en Chapadmalal atraen a estudiantes de todo el pa&iacute;s. <p style="text-align: center;"> Una de las casas de adobe que construy&oacute; en uno de los complejos (Foto: Instagram @maxipermacultura). &ldquo;Se instaur&oacute; que las casas de barro se derriten o son sin&oacute;nimo de pobreza. La Muralla China es de barro. Hay casas de 500 a&ntilde;os que siguen habitadas y se revalorizaron&rdquo;, explic&oacute; Maximiliano, desafiando mitos sobre la bioconstrucci&oacute;n. Adem&aacute;s, el costo de estas viviendas es hasta un 40% menor que el de una construcci&oacute;n tradicional. El impacto de su decisi&oacute;n tambi&eacute;n se refleja en su vida familiar. Su hijo de 11 a&ntilde;os observa su relaci&oacute;n con la tecnolog&iacute;a y el consumo, replicando la filosof&iacute;a de su padre: producir m&aacute;s y consumir menos. <p style="text-align: center;"> El interior de una vivienda construida con barro (Foto: Instagram @maxipermacultura). La historia de Maximiliano S&aacute;nchez combina valent&iacute;a, creatividad y un regreso a lo esencial, inspirando a quienes buscan un estilo de vida m&aacute;s consciente y conectado con la naturaleza. TAPA DEL D&Iacute;A Opini&oacute;n p&uacute;blica: La transformaci&oacute;n de Maximiliano resuena como un ejemplo de que es posible redefinir el &eacute;xito personal y profesional, priorizando bienestar, comunidad y sostenibilidad por sobre el dinero.