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Ciencias del Comportamiento: la nueva carrera que busca descifrar la mente humana

#BuenosAires | Cada vez más universidades argentinas incorporan esta disciplina interdisciplinaria que combina neurociencia, psicología y ciencia de datos. Desde 2026, también se podrá cursar en el ITBA, formando profesionales capaces de transformar la conducta humana.

  • 15/08/2025 • 07:39

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Dicen que un ser humano puede tomar hasta 30.000 decisiones en un solo día. Comprender cómo y por qué tomamos esas decisiones se volvió clave en un mundo cada vez más complejo y tecnológicamente interconectado. Por eso, la Ciencias del Comportamiento se posiciona como la carrera que despierta interés entre universidades argentinas y estudiantes.

Actualmente, la oferta académica incluye a la Universidad Di Tella, la Universidad de San Andrés, la Universidad Católica Argentina y la Universidad de Palermo. Desde marzo de 2026, el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) también sumará la carrera a su propuesta educativa, con una duración aproximada de cuatro años.

Según sus directivos, la formación tiene un enfoque interdisciplinario, integrando neurociencia, psicología, economía del comportamiento y ciencia de datos, con el objetivo de formar profesionales capaces de comprender, anticipar y transformar los comportamientos humanos. “Es una respuesta estratégica a la necesidad de entender y modelar la conducta en un mundo socialmente diverso y tecnológicamente mediado”, explicó Valeria Abusamra, directora de la carrera.

Abusamra, doctora en Lingüística e investigadora del CONICET, describe a las ciencias del comportamiento como un campo dedicado a explorar las fuerzas invisibles que moldean nuestras conductas. “Cuando lo descubrís, ya no podés volver a mirar el mundo de la misma manera”, afirmó.

La propuesta académica busca desarrollar competencias analíticas y aplicadas, con una sólida base en el método científico. Los egresados contarán con un perfil híbrido y estratégico, apto para intervenir en escenarios donde las soluciones tradicionales no son suficientes, con posibles roles en consultoría, investigación, diseño de políticas públicas, educación y desarrollo tecnológico.

Juan Vidaguren, decano del ITBA, destacó que la carrera responde a la creciente demanda de propuestas académicas flexibles, innovadoras y orientadas a la complejidad del mundo actual. “Será una carrera hecha a partir de cómo funciona el cerebro”, resumió.

Uno de los diferenciales del ITBA son sus laboratorios interdisciplinarios, donde estudiantes conviven con investigadores del CONICET en proyectos que van desde neurociencia y biología molecular hasta inteligencia artificial y robótica. Fabricio Ballarini, director del Departamento de Ciencias de la Vida, describió estos espacios como horizontales y colaborativos, donde la interacción entre distintas disciplinas y edades genera ideas y proyectos innovadores.

“Los docentes que hacen investigación y dan clases cuentan las cosas de manera distinta, están actualizados y contagian creatividad. La investigación transforma la enseñanza y permite que los estudiantes vivan el conocimiento en primera persona”, agregó Ballarini.

Entre los proyectos actuales se incluyen estudios sobre memoria, emociones y aprendizaje, con aplicaciones directas en educación y salud. Estas experiencias permiten no solo adquirir conocimientos, sino también comprender cómo las emociones y los estímulos pueden potenciar la formación de recuerdos y aprendizajes.

Con inscripciones abiertas y una demanda creciente, la carrera de Ciencias del Comportamiento se consolida como una propuesta estratégica para quienes buscan comprender el comportamiento humano desde una perspectiva integral, científica y aplicada.

Opinión: Especialistas destacan que esta carrera puede marcar un antes y un después en la formación universitaria argentina, generando profesionales capaces de anticipar cambios sociales y tecnológicos con herramientas interdisciplinarias únicas.

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