En horas de la tarde del martes, personal del Comando de Prevención Rural (CPR) Pergamino intervino en un operativo luego de recibir el alerta de un productor de la zona rural de Rancagua, Cuartel V. El denunciante advirtió la presencia de varios individuos dentro de su establecimiento privado, acompañados por perros galgos y sin consentimiento alguno para permanecer allí. Al arribar al lugar, los efectivos realizaron un rastrillaje minucioso entre los pastizales y hallaron dos motocicletas ocultas junto con un carro de fabricación casera. A pocos metros, interceptaron a tres hombres adultos que se desplazaban junto a los animales, comúnmente utilizados para la caza de liebres en áreas rurales. De acuerdo con la información oficial, los involucrados —de 24, 32 y 34 años— quedaron aprehendidos por el delito de violación de domicilio. Aunque ninguno presentaba impedimentos legales vigentes, las motocicletas exhibían diversas irregularidades en su documentación y estado, por lo que se labraron actas de infracción conforme a la Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449, con colaboración de la Guardia Urbana Municipal. Los rodados y el carro artesanal fueron trasladados al depósito municipal, mientras que los aprehendidos fueron derivados a la dependencia policial rural donde se cumplimentaron las actuaciones correspondientes. Por disposición del fiscal Nelson Mastorchio, de la UFI y J Nº 3 del Departamento Judicial Pergamino, se avaló el procedimiento y se notificó a los mismos según el artículo 60 del Código Procesal Penal Bonaerense. Tras las diligencias, recuperaron la libertad conforme lo dispuesto por el artículo 161 del mismo código. Desde el Comando de Prevención Rural recordaron que el ingreso a campos sin autorización constituye un delito y remarcaron la responsabilidad de evitar prácticas clandestinas que afectan la seguridad y la producción agropecuaria. Opinión pública: En ámbitos rurales crece la preocupación por el avance de ingresos no autorizados con fines de caza, una práctica que, además de vulnerar la propiedad privada, genera tensiones entre productores y grupos que consideran la actividad una tradición. La búsqueda de equilibrio entre legislación, control y conciencia social será clave para evitar futuros conflictos. TAPA DEL DÍA