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Mantener la glucemia estable mejora la salud incluso en personas sin diabetes

Expertos destacan que pequeñas modificaciones en la alimentación y el estilo de vida pueden reprogramar los hábitos alimentarios, reducir los picos de azúcar y brindar beneficios duraderos para el organismo.

  • 26/08/2025 • 08:06

La glucosa, principal fuente de energía del cuerpo, no solo es clave para personas con diabetes. Un control adecuado de sus niveles puede aportar beneficios significativos incluso en quienes no padecen la enfermedad, según coinciden distintos especialistas en nutrición y metabolismo.

Tras las comidas, los carbohidratos se transforman en glucosa, que ingresa al torrente sanguíneo. La hormona insulina, producida por el páncreas, permite que las células utilicen o almacenen esa energía. “La glucosa es nuestra moneda en el metabolismo energético”, explica la Dra. Brigitte Bäuerlein, científica nutricionista.

En condiciones normales, el organismo regula solo sus niveles, ya sea a través de insulina o glucagón. Sin embargo, situaciones de estrés, como buscar estacionamiento en medio del tránsito, pueden alterar este equilibrio, liberando glucosa adicional como respuesta de “lucha o huida”.

Picos de glucosa: qué son y cómo afectan

Los llamados picos de glucosa ocurren al ingerir carbohidratos de rápida absorción, como harinas refinadas, gaseosas o dulces. Estas subidas bruscas no solo generan oscilaciones de energía, sino que pueden desencadenar antojos repetitivos de los mismos alimentos. Cuando la insulina se libera en exceso, el azúcar cae rápidamente y aparece hambre intensa.

El Dr. Bernhard Kulzer, director del instituto FIDAM en Alemania, señala que las personas sin diabetes no necesitan medir su glucemia constantemente, salvo casos específicos como atletas de resistencia o quienes tienen antecedentes familiares de la enfermedad.

Cómo estabilizar la glucemia y sus beneficios

Pequeños ajustes en la alimentación y el estilo de vida ayudan a prevenir oscilaciones de azúcar:

  • Priorizar alimentos ricos en fibra: frutas, verduras y cereales integrales.
  • Incluir proteínas y grasas saludables en cada comida para equilibrar la absorción de glucosa.
  • Evitar azúcares líquidos como gaseosas, jugos o batidos.
  • Comenzar la comida con vegetales, retrasando la llegada de glucosa al torrente sanguíneo.

“Una dieta equilibrada previene los picos de glucosa y los antojos. Cambiar los hábitos puede reprogramar las preferencias alimentarias de manera duradera”, asegura Bäuerlein.

Kulzer advierte que el monitoreo de la glucemia puede ser útil temporalmente, como herramienta de diagnóstico, pero pierde valor si no se modifican los hábitos en base a los resultados.

El papel del movimiento

El ejercicio regular mejora la sensibilidad de las células a la insulina, facilitando el uso de glucosa como energía con menor cantidad de hormona. Incluso caminatas de 20 a 30 minutos tras las comidas contribuyen a amortiguar los picos de azúcar.

La combinación de actividad física constante y alimentación equilibrada se posiciona como una de las estrategias más efectivas para mantener la estabilidad de la glucemia, tanto en personas con diabetes como en quienes buscan cuidar su salud a largo plazo.

Opinión pública: Muchos especialistas coinciden en que la concientización sobre los picos de glucosa y la educación alimentaria podrían transformar hábitos cotidianos, reduciendo riesgos de enfermedades metabólicas incluso en quienes actualmente gozan de buena salud.

Diario TAPA DEL DÍA