Falleció Juan Pablo Sánchez Molina, un bombero de Pergamino que dejó una huella imborrable en la comunidad Pergamino. La ciudad amaneció con una noticia que estremeció a todos. Juan Pablo Sánchez Molina, de 35 años, bombero voluntario reconocido por su compromiso incansable con la comunidad, falleció tras permanecer varios días internado en terapia intensiva a raíz de un accidente cerebrovascular (ACV). El joven servidor público había dedicado gran parte de su vida a ayudar a los demás, sin esperar nada a cambio. Su vocación de servicio, su temple en cada emergencia y su calidez humana fueron características que lo hicieron destacar dentro del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Pergamino. Según confirmaron fuentes cercanas a TAPA DEL DÍA, Juan Pablo sufrió un ACV que lo dejó en estado crítico. A pesar del esfuerzo de los profesionales médicos y del acompañamiento constante de sus seres queridos, su cuerpo no resistió y falleció en las últimas horas, dejando un profundo vacío entre quienes lo conocieron. En las redes sociales, compañeros de cuartel, vecinos y amigos multiplicaron los mensajes de despedida, dolor y admiración. Además, se inició una cadena de oración a la que convocan a toda la comunidad pergaminense. “Cada pensamiento positivo, cada rezo, cada palabra de aliento suma fuerzas en este momento tan difícil”, expresaron desde el cuerpo de bomberos. La muerte de Juan Pablo no solo enluta a su familia y a sus compañeros, sino también a toda una ciudad que lo vio crecer como un ejemplo de solidaridad y entrega. Su figura, más allá del uniforme, simbolizaba la nobleza de quienes eligen poner su vida al servicio del prójimo. Desde la Redacción del Diario Tapa Del Día, enviamos nuestro más sincero pésame a su familia, amigos y a todos los que lo acompañaron en su noble labor. ???? Para más información y cobertura local, ingresá a www.tapadeldia.com. Opinión pública: El fallecimiento de Juan Pablo Sánchez Molina pone en evidencia una vez más la necesidad de valorar profundamente el rol de los bomberos voluntarios, cuya entrega muchas veces es invisibilizada. Son héroes silenciosos que caminan entre nosotros, hasta que una tragedia nos recuerda cuán imprescindibles son. Que su partida no sea en vano: cuidemos, respetemos y reconozcamos a quienes nos cuidan.