Un incendio de enorme magnitud se registró pasadas las 21 de este viernes en el Polo Industrial Spegazzini, en Ezeiza, y provocó una serie de explosiones que sobresaltaron a los vecinos de toda la zona. Más de 380 bomberos, apoyados por 70 unidades operativas y más de 100 móviles de seguridad, salud y emergencia, continúan trabajando para contener un fuego que ya afectó al menos siete galpones. Las primeras horas fueron de absoluta incertidumbre. La columna de humo negro, visible desde varios kilómetros, se generó por la combustión de depósitos con caucho y neumáticos, además de sustancias químicas que se encontraban dentro del predio. La magnitud del siniestro obligó a evacuar preventivamente a familias de las inmediaciones. El intendente de Ezeiza, Gastón Granados, describió la noche como “confusa y tensa”, tras confirmar que la explosión inicial incluso dañó los vidrios de viviendas cercanas. Según detalló, uno de los focos principales de preocupación estaba a unos 200 metros del incendio: una industria frigorífica con depósitos de amoníaco que fue protegida por equipos especializados, drones y helicópteros. En cuanto a los heridos, el director de la Clínica Monte Grande, Carlos Santoro, informó que fueron asistidas 17 personas, en su mayoría con golpes menores o dificultades respiratorias por la exposición al humo. Una mujer embarazada fue ventilada preventivamente y luego dada de alta. El caso más delicado es el de un hombre mayor de 50 años que sufrió un infarto y permanece en terapia intensiva, aunque con evolución favorable. El Ministerio de Salud bonaerense confirmó que no quedan pacientes internados en hospitales públicos. En tanto, los sanatorios privados mantienen en observación solo a personas con cuadros respiratorios leves que evolucionan sin complicaciones. Desde Defensa Civil, su director Fabián García señaló que, pese a la magnitud del incendio, “la situación nunca representó un riesgo extremo para la población”. Además, descartó la presencia de sustancias altamente tóxicas en el aire, aunque se mantuvo un monitoreo constante de la calidad ambiental a cargo de equipos provinciales. Se supo, además, que dentro del polo había materiales que pudieron potenciar la combustión, entre ellos “agua oxigenada al 250%”, según informaron representantes de las empresas afectadas. También se incendiaron depósitos vinculados a la actividad agrícola y una fábrica de plástico que sufrió daños importantes. Durante toda la madrugada, el sistema de salud bonaerense implementó un operativo articulado con más de 25 móviles de emergencia y un shock room instalado en la zona del siniestro, brindando soporte a los bomberos que continúan en tareas de enfriamiento y control. Pese al impacto del episodio, el funcionamiento del aeropuerto de Ezeiza no se vio comprometido. Sin embargo, la autopista Cañuelas–Ezeiza permanece totalmente cortada para permitir el despliegue de los equipos de emergencia. Opinión pública: Este tipo de eventos vuelve a poner en discusión la necesidad de protocolos más estrictos en parques industriales donde conviven materiales sensibles. La respuesta rápida de los equipos especializados evitó un daño mayor, pero la comunidad exige controles reforzados y mayor transparencia empresarial en torno al almacenamiento de sustancias de riesgo. TAPA DEL DÍA (www.tapadeldia.com)