TAPA DEL DÍA — En una decisión que marca un giro profundo en la política energética argentina, el Gobierno implementará desde enero de 2026 un nuevo esquema único de subsidios para electricidad, gas natural y garrafas de GLP. El sistema, oficializado a través de una resolución publicada por la Secretaría de Energía, apunta a simplificar la estructura vigente y concentrar la asistencia exclusivamente en hogares con ingresos inferiores a tres Canastas Básicas Totales, lo que actualmente equivale a $3.641.397 mensuales. Esta reforma reemplaza la segmentación por niveles (N1, N2 y N3), el Programa Hogar y la Tarifa Social de Gas, unificando todos los beneficios en un único registro. El Gobierno precisó que solo habrá dos categorías: hogares que recibirán subsidio y hogares que pagarán la tarifa plena. La intención declarada es transparentar el valor real de la energía, fortalecer la disciplina fiscal y corregir distorsiones que, según auditorías recientes, permitieron que más de 2,5 millones de usuarios accedieran al beneficio sin cumplir los requisitos. El nuevo sistema establece un proceso de actualización de datos mediante declaración jurada y abre, por 15 días hábiles, una consulta pública para recibir aportes de la ciudadanía y actores del sector. Los usuarios ya inscriptos en el RASE serán migrados automáticamente, mientras que quienes utilicen gas propano por redes o garrafas deberán inscribirse en el sitio oficial www.argentina.gob.ar/subsidios. En términos prácticos, los hogares que califiquen accederán a una bonificación del 50% del costo de la energía durante los meses de mayor demanda. En electricidad, la cobertura aplicará sobre un bloque de 300 kWh por mes en verano e invierno y de 150 kWh en períodos templados. En gas natural, el subsidio se aplicará entre abril y septiembre, con bloques diferenciados por región según necesidades climáticas. Para los usuarios de garrafas, la asistencia será directa: media garrafa mensual durante todo el año y una garrafa adicional en invierno, acreditada a través de billeteras virtuales luego de la compra. El Gobierno también confirmó que en enero de 2026 regirá una bonificación extraordinaria del 25% para suavizar la transición, lo que elevará temporalmente la cobertura al 75% en electricidad y al 25% en gas. Ese refuerzo se reducirá gradualmente hasta desaparecer en diciembre del mismo año, evitando saltos bruscos en las facturas durante la etapa de adaptación. Uno de los puntos centrales es que las facturas comenzarán a mostrar el costo real de la energía. En gas, el precio mayorista será único y plano —3,80 dólares por millón de BTU— durante todo el año, sin variaciones estacionales. En electricidad, el valor se alineará al costo monómico de generación, estimado en 75 dólares el MWh. Estos ajustes buscan eliminar subsidios indirectos y transparentar el funcionamiento del mercado. La revisión de los padrones permitió detectar 370.000 solicitudes a nombre de personas fallecidas y más de 15.000 hogares situados en barrios privados que accedían al beneficio de manera irregular. Con el nuevo régimen, el Ejecutivo apunta a reducir el gasto en subsidios al 0,5% del PBI en 2026 —unos USD 3.000 millones—, por debajo del 0,65% proyectado para 2025 y muy lejos del 1,5% registrado en 2023. Según las proyecciones oficiales, el 80% de los hogares de menores ingresos pagará menos de $34.000 por gas en el mes más frío, mientras que el 87% abonará menos de $38.000 por electricidad en el pico de consumo. Las zonas frías conservarán beneficios diferenciales, sujetos a la aprobación del Presupuesto 2026. La Secretaría de Energía afirmó que no se esperan interrupciones masivas del sistema eléctrico durante el verano, aunque advirtió que persisten riesgos en áreas con infraestructura deficitaria. El Gobierno sostiene que la asistencia dejará de ser generalizada para concentrarse en quienes realmente la necesitan, con auditorías constantes para asegurar la correcta asignación del beneficio. Opinión pública razonada: La discusión que se abre es profunda: si bien el esquema busca corregir desigualdades históricas y ordenar las cuentas del Estado, también plantea un escenario donde la capacidad de pago de los hogares vuelve a estar en el centro del debate nacional. La transición será una prueba decisiva para medir el impacto social de la disciplina fiscal que impulsa el Gobierno.  TAPA DEL DÍA - www.tapadeldia.com 
